"Me gusta pensar que soy gay en mi arte y hetero en mi vida", asegura Franco (California, 1978) en el último número de The New York Magazine al hablar de su nuevo filme. King Cobra, la película más reciente del actor de 38 años, narra la historia que rodea al asesinato del productor de cine porno gay Bryan Kocis.

Kocis, interpretado por el premiado Christian Slater, murió a manos del también productor Joseph Kerekes –Franco en la ficción–. Kerekes quiso robarle a Kocis al actor Brent Corrigan, su diamante en bruto. En la cinta Keegan Allen, del elenco de la serie Pretty Little Liars, da vida a Corrigan.

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El último trabajo del actor de Spring Breakers, dicen los críticos, es "otra oportunidad de comprobar lo fascinado que está [Franco] por la pornografía". El crítico de cine del diario The Guardian apunta: "King Cobra no es una Boogie Nights gay. Es mucho más contenida, pero el director –Justin Kelly– y su reparto consiguen que las escenas de sexo exciten".

La película, que se presentó en el Tribeca Film Festival hace unas semanas, aún está pendiente de estreno en España. La polémica (y la expectativa) lleva meses en aires internacionales.