Por qué engancharte a una serie adolescente cuando eres treintañera

Riverdale es una de las series de moda en Estados Unidos, y en España (puedes ver la segunda temporada en Movistar Series Xtra todos los jueves a las 21.40h). Basada en las aventuras de Archie, el pelirrojo protagonista de un famoso tebeo de los cincuenta icono de la cultura americana, su trama, adaptada al formato televisivo y al contexto sociopolítico actual, mezcla detalles de Sensación de vivir (Luke Perry es, en la ficción, el padre del protagonista) con elementos de Pequeñas mentirosas, Glee y Twin Peaks, para resolver un asesinato en un pueblo de la América profunda donde nada es lo que parece.

Su regusto tan oscuro como melancólico es seguramente, además de su atractivo elenco -hola KJ Apa- , el mejor gancho para aquellos que ya no son ni quinceañeras ni veinteañeros -igual que pasa con el apelo nostálgico de Stranger Things, a la que Riverdale le ha robado por cierto la actriz que da vida a Barbara Holland; además de otras series de Netflix como Madres Forzosas o Las 4 estaciones de las chicas Gilmore- un placer culpable solo equiparable al revisionado de cualquier serie de los ochenta y noventa (o sin irnos tan lejos a The O.C. o Gossip Girl).

Los años de instituto son también el reclamo de otro de los fenómenos del año, cuya delicada problemática -que aborda el acoso escolar, las violaciones y el suicidio desde una perspectiva tan dura y controvertida como para haber sido vetada en países como Canadá, Australia y Nueva Zelanda- parecía en principio orientada a un público premilénico pero ha acabado calando en espectadores de todas las generaciones, especialmente aquellos que son padres de hijos adolescentes. Hablamos de Por 13 razones, producida por Selena Gomez, y cuya segunda temporada está ya en pleno proceso de rodaje y tiene previsto estrenarse a mediados de 2018.

Y es que si hace dos dácadas las ficciones televisivas juveniles las veían solamente los jóvenes, hoy en día no es muy difícil encontrar público adulto enganchado a The Vampire Diaries o la anteriormente nombrada Pequeñas Mentirosas. ¿Cuántos de nosotros revisitaron el universo de Sensación de Vivir con el irregular remake 90210? ¿Y el infame Melrose Place de Katie Cassidy y Ashlee Simpson? ¿O aquella correcta precuela de Sexo en Nueva York llamada The Carrie Diaries? Para el caso, cualquiera de los productos de CW; de Reign -la ya extinta y poco rigurosa pero adictiva versión teenager de la historia de María Estuardo- a Supergirl o The Flash además de Bella y bestia pasando por Hellcats, una serie de animadoras protagonizada por la ex-High School Musical Ashley Tisdale que batió récords de audiencia en su momento.

Este año incluso le hemos dado una oportunidad a Famous In Love (disponible en HBO España), serie basada en la novela juvenil "Tocando las estrellas" de Rebecca Serle, protagonizada por Bella Thorne, en la que se narra el ascenso a la fama de una aspirante a actriz en el Los Ángeles actual. Y eso que venimos escarmentados del mal sabor de boca que nos dejó Scream Queens a pesar de habernos regalado un personaje que quedará grabado para siempre en nuestro imaginario televisivo en clave pop: Chanel Oberlin.

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