Emma Watson saltó a la fama, como todos ya sabemos, con su personaje de Hermione en la saga de Harry Potter. En su primera película para la obra literaria de J.K Rowling, la actriz solo tenía nueve años. Ahora tiene 27 y, en estas casi dos décadas, ha protagonizado algunas de las grandes superproducciones de Hollywood hasta llegar a su último papel, el de Bella en la adaptación en carne y hueso del clásico de Disney, La Bella y la Bestia. Esta película, aunque a priori podría parecer una más de todas las versiones que ha hecho la productora, supone un antes y un después en el universo de historias fantásticas: Emma Watson interpreta a la "primera princesa Disney feminista" (así es como la han calificado) y la película incluye el primer personaje abiertamente gay de Disney. Un pequeño paso para la productora y ungran paso para la humanidad.

Pero hasta llegar a día de hoy, Emma Watson ha trabajado para directores de la talla de Alejandro Amenábar o Sofia Coppola; en el mundo de la moda, ha triunfado casi sin quererlo, estrechando lazos con firmas como Chanel, Burberry, Lancôme o Vivienne Westwood. Y, si entramos a hablar de su faceta filantrópica, es Embajadora de la Buena Voluntad de la ONU Mujeres, lideró el movimiento He For She (que promulgaba el feminismo en hombres), se ha entregado a la lucha medioambiental y, sobre todo, se ha convertido en la voz y el rostro del feminismo en Hollywood, por su incesante lucha por la igualdad, sus discursos inspiradores y sus campañas con un impacto asombroso.

El objetivo de este artículo no es repasar la biografía de Emma Watson durante los últimos 18 años. Se trata de algo que va más allá de lo que ha podido hacer como actriz, modelo o activista. Se trata de feminismo. Hemos ocupado la mitad de este texto para enumerar los logros de una joven de 27 años y no hemos puesto ni la mitad; y, sin embargo, Emma Watson ha sido noticia en los últimos días por dos asuntos que poco tienen que ver con todo lo que ella ha conseguido: su polémica fotografía por lucir escote en la portada una conocida cabecera estadounidense y la filtración de unas imágenes en las que supuestamente (y solo supuestamente) la actriz aparece en ropa interior durante los cambios de vestuario de un rodaje. En esta última noticia, Watson comparte protagonismo con otra conocida actriz, Amanda Seyfried, cuyas imágenes además parecen ser mucho más comprometidas.

¿Por qué sigue siendo de interés público la filtración de una serie de imágenes íntimas de dos actrices reconocidas? ¿Es ese interés que despiertan en la sociedad, el motor que mueve al hacker a cometer el delito? Lo que está claro es que no es solo la fama o la popularidad de la víctima lo que hace que se lleven a cabo estas acciones delictivas, sino que el hecho de que esas imágenes pertenezcan a mujeres exitosas es un plus para delinquir contra ellas. De hecho, fue la propia Emma Watson quien aseguró que, tras su primer discurso como Embajadora de Buena Voluntad de la ONU mujeres, en el que promulgaba la igualdad de género, fue amenazada y chantajeada con la publicación de unas fotos íntimas que, más tarde, se supo que no existían.

Por tanto, ¿es el éxito y la liberación de la mujer una amenaza para algunos sectores de la sociedad? Emma Watson y Amanda Seyfried no son las primeras víctimas de este tipo de delitos. En ocasiones anteriores, otras celebridades como Scarlett Johanson, Jennifer Lawrence, Rihanna o Kim Kardashian han sido protagonistas de historias similares. Pero, ¿no disminuirían este tipo de delitos si dejasen de tener interés entre el público? Está claro que la nuestra no será una sociedad feminista hasta que no entendamos el concepto, hasta que no dejemos de interesarnos por las imágenes de estas mujeres en su intimidad y hasta que su trabajo y sus logros no sean los únicos motivos de su creciente popularidad. Algo que depende de toda una sociedad, de forma individual y colectiva y comenzando por los agentes más importantes, como somos los medios de comunicación.

En palabras de Watson en defensa de las acusaciones por la portada antes mencionada: "Para mí esto revela todas las ideas equivocadas y los malentendidos que hay en torno al verdadero significado del feminismo. El feminismo consiste en dar a las mujeres una oportunidad, no es un palo con el que golpear a otras mujeres. Tiene que ver con la libertad, con la liberación, con la igualdad. No entiendo qué tienen que ver mis tetas con todo esto".