"Cumplí 35 el pasado mes. No fue como esperaba. Me refiero, todos recordamos a Carrie Bradshaw cumpliendo 35 años en Il Cantinori. Por el contrario, yo tuve sentimientos abrumadores de emoción y gratitud por esta nueva etapa. La próxima década será para crecer, aprender nuevas cosas, conocer gente, retarme a mí misma y seguir nutriendo todas las semillas que he plantado".

Así es como comienza Nicole Richie su carta abierta publicada en Lenny, la newsletter de Lena Dunham y Jenny Konner. En ella, Richie reflexiona sobre su pasado al cumplir 35 años. Habla de la importancia de aceptarse a una misma, y no echarse en cara las acciones del pasado. Habla de aceptar lo ocurrido, y utilizarlo para conocerse a una misma, sin dejar que las visiones proyectadas por los demás nos afecten, para poder conocernos y querernos tal y como somos. "Siento la necesidad de apoyar a las mujeres a que se quieran. Es queriéndose a sí mismas cuando dan permiso a otras para que las quieran. La vida es una montaña rusa y todas hemos tenido momentos en los que necesitábamos estar arriba, pero no hemos podido hacerlo solas. Necesitamos el amor y el apoyo de los demás", cuenta Richie en su carta abierta.

Nicole Richie se centra, sobre todo, en aceptar ese pasado, y verlo como un camino de crecimiento y aprendizaje, del que no hay que arrepentirse ni pedir perdón, simplemente aprender de él. Ella no tuvo una adolescencia fácil, estuvo siempre en el punto de mira, ocupando titulares no muy beneficiosos para su imagen. Sin embargo, habla de aquellos acontecimientos como métodos de aprendizaje, y el recapacitar sobre ellos, como las herramientas que le han servido para poder alcanzar la calma de la que disfruta a día de hoy.

Por último, Richie enfatiza en lo importante de saber perdonarse a sí misma de los errores cometidos en el pasado, de no ver ese pasado como algo vergonzoso. De hecho, afirma que le han servido para quererse mucho más y para estar más tranquila en su día a día, sin dejar que le afecte lo que se publique o hable sobre ella.

"He tenido muchos títulos: Chica Salvaje, estrella de reality, niña negra lavada en blanco, flaca, rica... (Supongo que los dos últimos no eran tan malos). Ahora, a mis 35, los únicos títulos que me importan son los que me pongo yo misma".