Si hay una persona en el mundo que puede revelar las claves sobre cómo enfrentarse al bullying, y sobrevivir en el intento, esa es Monica Lewinsky, que ha vivido más de 20 años de acoso desde que perdió su reputación cuando, estando de becaria en la Casa Blanca, fue pillada en un affaire con el entonces presidente, Bill Clinton. Un incidente que desató uno de los escándalos más grandes en los Estados Unidos, y que la joven ha arrastrado durante toda su vida a través de insultos y comentarios despectivos. Sin embargo, la mayoría de ellos fueron a través de una pantalla.

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"La verdad es que puedo contar con los dedos de una mano las veces que la gente ha sido grosera cara a cara", cuenta a Refinery29. Es decir, que aunque pudiésemos pensar lo contrario, la realidad es que las personas no actuamos de la misma manera cara a cara que a través de internet. Es más, somos mucho más humanos, en todo el sentido de la palabra, cuando compartimos físicamente el espacio con otras personas. Por eso, Lewinsky trata de explicar en el vídeo In Real Life cómo recuperar la conexión con esa humanidad cuando nos comunicamos a través de la tecnología.

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De la misma manera, en la entrevista, Monica Lewinsky deja muy clara cuál es su opinión sobre el ciberacoso, y cómo debemos actuar para frenar este peligroso comportamiento: "En nuestra sociedad consumimos un entretenimiento que nos empuja a esa falta de empatía que se refleja en las exageraciones que vemos cuando estamos en línea. Además, con internet y la cultura de los juegos podemos crear diferentes identidades se promueve lo que el psicólogo John Shuler define como El efecto de la desinhibición online. Desconectamos a través de las redes de nuestro verdadero yo, de nuestra brújula".

Y para ello, son imprescindibles los proyectos de concienciación como el suyo, dado que solo así "seremos más conscientes de lo que ocurre y podremos intervenir haciendo un comentario positivo hacia la persona que está siendo intimidada", cuenta en la entrevista. En este sentido, propone crear un nuevo diálogo en el que, en vez de responder atacando, se genere una conversación para apoyar a la persona que está en el otro lado, utilizando el hashtag #BeStrong como herramienta para estandarizarlo.

"Muchas de las personas que me hacen ese tipo de comentarios seguramente nunca me los dirían a mi cara, pero también la gente que interviene para defenderme lo hace con la misma negatividad y fuerza hacia la persona que ha hecho el comentario", explica Lewinsky. "Sé que las empresas de redes sociales están prestando atención a esto y que me encantaría ver más recursos para para acabar con el bullying. El paso intermedio, por ahora, es tratar de asegurar que las cosas se abordan lo más rápido posible, por lo que es la gente la que debe mitigar la situación, hasta que esta pueda ser erradicada para siempre".