Hasta hace poco, Leonardo DiCaprio era el hombre perfecto de Hollywood. El soltero de oro de la gran pantalla, concienciado con el medioambiente, embajador de la ONU, con decenas de películas de gran calidad a sus espaldas, aclamado por sus amigos y compañeros de profesión (quién no recuerda las imágenes de la última edición de los Oscars con Kate Winslet) y recientemente ganador de un merecidísimo Oscar por su papel en El Renacido.

Sin embargo, la tortilla ha dado la vuelta y DiCaprio se ve envuelto en asuntos turbios con la justicia estadounidense. El Departamento de Justicia de EE.UU. estudia una posible desviación de fondos públicos de Malasia para financiar una de sus películas más taquilleras, El lobo de Wall Street, así como la fundación medioambiental que posee el actor.

El hijo del primer ministro de Malasia, Riza Aziz, habría utilizado unos 100 millones de dólares para financial El lobo de Wall Street, película en la que DiCaprio apareció como personaje protagonista. Este hecho ha abierto un proceso entre el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Reserva Federal, donde han congelado todos los bienes relacionados con el delito. Además, existe la posibilidad de que la fundación medioambiental del actor también haya sido financiada a través de donaciones del empresario Jho Low.

Según un comunicado oficial, Leonardo DiCaprio "apoya plenamente todos los esfuerzos que se haga justicia en este caso", y que "cualquier donación sospechosa será devuelta".