Hay dos cosas que Britney Spears hace mejor que el resto: fiestas y conciertos. Para la celebración de su 35 cumpleaños, la cantante hizo un dos en uno. Concretamente, tuvo lugar en la Jingle Ball 2016 de KISS FM, que se celebró en el Staples Center de Los Ángeles el pasado viernes 2 de diciembre.

Britney se lanzó al escenario con un crop top de encaje blanco y shorts negros ajustados: un look 100% Spears con el que interpretó temas como Womanizer, I'm a Slave 4 U, Toxic o (You drive me) Crazy.

La última canción de su actuación fue Slumber Party, correspondiente al último dúo que Britney ha hecho con Tinashe. Y cuando parecía que todo había llegado al final, Ryan Secrest se lanzó al escenario y, cual director de orquesta, hizo que todo el público cantase al unísono en un emotivo Happy Birthday. Todo esto, con una tarta gigante.

Ahora, al ver las imágenes y los vídeos, estamos seguros de que nos perdimos la mejor fiesta de cumpleaños de la historia.

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