El viernes se estrena Cómo sobrevir a una despedida, la comedia dirigida por Manuela Moreno que, entre carcajada y carcajada, cuenta la historia de cinco amigas y cómo llevan una despedida de soltera al límite sin planearlo. Entre sus cinco protagonistas encontramos a Úrsula Corberó en la piel de la desinhibida Marta, una joven que, a pesar de ser la pequeña del grupo, no tiene reparo en dejar clara su pasión por el sexo opuesto.

Tras encarnar a la niña pija de Perdiendo el norte, Úrsula Coberó vuelve a arrastrarnos –con gusto– a la gran pantalla, dejando clara su faceta de mujer todoterreno y evidenciando por qué se ha convertido en una de las actrices del momento. Sus 382.000 seguidores de Instagram (@ursulolita) son testigo directo de lo que le apasiona, le sorprende, le hace reír... Pero, ¿y lo malo? ¿Qué compone la lista negra de Úrsula Coberó? A continuación.

Una prenda que no volverías a comprar...
Manoletinas, porque me quedan fatal –punto número uno– porque tengo la pierna delgada y parezco un payaso andante, y porque me hacen el pie grande. Y punto número dos, porque me he empeñado en ponerme manoletinas cuando no son nada mi rollo. Me siento un poco marciana cuando me las pongo, incluso cuando me las han puesto para sesiones de fotos.

Cuando te cansas del tacón...
Nada nada, yo no. Yo soy de las que aguanta. Hay un cierto punto de la noche en que, si has aguantado todo el tiempo con ellos, los pies van solos y ya ni sientes ni padeces.

En una primera cita, no perdono...
Una fantasmada en plan "yo tengo, yo fui, yo soy..." no me gusta nada la gente que alardea, eso no lo tolero.

De los 90, nunca rescataría...
Los flequillos con mucho volumen. Tengo el recuerdo de mi madre con el flequillo muy abultado y cuando se ponía de perfil, nacía desde atrás para luego caer casi verticalmente. Siempre pensaba, ¿cómo se lo hará?

Nunca vería en televisión...
Nada, lo veo todo. No tengo mucho tiempo pero me gusta verlo todo para luego saber si me gusta o no me gusta, pero creo que se puede aprender de todo: de un drama, de un documental o incluso de un reality chungo.

Nunca he dicho, pero me han atribuido...
Una vez publicaron, no recuerdo en qué revista fue, "me han partido el corazón". Y no tenía el corazón partido.

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En la presentación de ’Cómo sobrevivir a una despedida’ el pasado domingo en el Festival de Málaga.

Mi relación de amor/odio con los medios...
No me importa porque tampoco estoy muy pendiente de donde salgo o no. No es algo que me moleste, me molesta que me sigan cuando tienes algún plan guay, quieres tranquilidad porque llevas muchas horas trabajando y te apetece estar con tus amigos, tu pareja o tu gente, pero ves que hay gente sacandote fotos. Es un poco incómodo pero por lo demás... Son gajes del oficio.

No me gustaría vivir una situación...
Como la que le ha pasado a Ana Allen. No la conozco y realmemte no sé si me provoca pena, lástima o indiferencia, porque no sé como es ella realmente ni con qué intención lo ha hecho. Si lo ha hecho sin intención, para burlarse de nosotros o simplemene porque no ha sabido gestionar las cosas como debía, pero pensar que estás en boca de todo el mundo por algo que a primera vista parece bastante penoso... No me gustaría que me pasara a mí.

Nunca repetiría el look....
¡Mejor no lo digo por si lo publican! Hay un look del primer año que fui al festival de Málaga. Recuerdo que en ese momento me pareció mono pero han pasado nueve años y la moda cambia, como cuando ves fotos de cuando eras pequeña y piensas, ¿cómo podía ir yo con este jersey de hombre y esa cabeza de champiñón? Pues es un poco lo mismo. Recuerdo que me lo puse todo: el vestido con una torerita, un cardado, una diadema... No pasa nada, todos tenemos un pasado.

Detesto...
Las arañas y que la gente se cruja los dedos de las manos, es algo que no puedo soportar.

En la comida, no soporto...
Los pepinillos en vinagre, es la única comida que no me gusta porque lo demás me encanta.

No me gusta que me digan...
¡Que estoy delgada! Me lo dice mucha gente en plan, "estás muy delgada, ¿ya comes?", y, ¿ves? dilo: ¡Estamos haciendo una entrevista y me estoy comiendo un yoghur con cereales y frambuesas! No me gusta que me digan que estoy delgada porque por norma general, cuando alguien está gordo tampoco se dice ¿no? Me sienta muy mal porque me encanta comer y soy delgada simplemente porque soy un torbellino y tengo esa constitución. Si vieran a mis padres... son dos palillitos.

En mi despedida de soltera, no me gustaría ver...
Aceite, el mundo aceitoso en general, eso no lo quiero ver.