En el día de Martin Luther King Jr., fiesta nacional en EE.UU. para celebrar el nacimiento del líder de la lucha por los derechos civiles, un debate recorría los medios yanquis y las redes sociales: ¿vuelven a ser los Oscar demasiado blancos? Las críticas a la Academia de Cine de Hollywood por la falta de nominados de raza negra, otrora y hoy, más que controversia buscaban disputa. Disputa y cambios. Desde que se anunciaron las nominaciones el pasado día 14 nadie habla de apuestas sino de razas. El director Spike Lee y la actriz Jada Pinkett Smith aprovecharon la fecha y el alboroto para anunciar en Twitter que no acudirán a la ceremonia de entrega de los Oscar el próximo 28 de febrero. “La Academia tiene el derecho de reconocer a quien quiera y de invitar a quien quiera”, escribía la mujer de Will Smith. “Dejemos a la Academia hacer lo suyo, con amor y elegancia. Y hagámoslo diferente nosotros (…) Yo no iré y no la veré”, zanjaba.

Con el hashtag #OscarsSoWhite todavía en activo y el tema del racismo en acmé, la tradicional polémica relativa a la brecha salarial de género en la Meca del cine continúa copando tabloides. En 2015, la primera en salir a la palestra para denunciar las diferencias de jornales era Jennifer Lawrence. “Es difícil para mí hablar sobre mi experiencia como mujer trabajadora porque puedo decir con seguridad que mis problemas no son exactamente de fácil identificación”, escribía para Lenny, la newsletter de Lena Dunham. “Cuando sucedió el hackeo de Sony y me enteré de que me pagaban menos que a mis compañeros por ser hombres, no me enfadé con Sony sino conmigo misma. Fallé como negociadora porque cedí demasiado pronto. No quería seguir peleando por millones de dórales que, francamente, debido a las franquicias, no necesito”.

A tenor de sus palabras Hollywood enloquecía. El sexismo existe, y así quedaba registrado en las opiniones escritas de compañeras de profesión como Charlize Theron, Meryl Streep, Amanda Seyfried y un largo etcétera. Hoy Kristen Stewart se suma al sobrentendido.

La conversación que mantuvo con Variety en Sundance, donde se encuentra promocionando Certain Woman, su última cinta, apunta: “Yo me considero muy afortunada, siempre estoy ocupada (…) Es por esto que encuentro difícil decir que algo no es justo. Los hombres ganan más dinero porque sus películas son más taquilleras. Empecemos por ahí. En vez de quejarte, actúa; escribe o haz cualquier otra cosa. Este tema (la brecha salarial y el sexismo del sector) me resulta aburrido".