Ni Glastonbury, ni Coachella, ni Primavera Sound. Existe una habitación (porque ni siquiera puede denominarse "sala") en un edificio de Seattle (EE UU) a la que todo artista quiere peregrinar. Se llama KEXP y es una radio que fue fundada por varios estudiantes en la Universidad de Washington en 1972. Se trata de una organización sin ánimo de lucro que, todavía hoy, mantiene su acuerdo con la universidad, además de recibir donaciones de miembros de la comunidad de Seattle, y también de la internacional. Claro está, al principio la onda prácticamente no alcanzaba más allá de la carretera próxima a la facultad, pero a día de hoy, KEXP se escucha, y se ve, en todo el mundo. Sí, también se ve. En 2008 decidieron empezar a filmar a las bandas que visitaban la radio, actuaciones ahora convertidas en el sello de la casa: "Fue algo progresivo que empezó con la grabación de una variedad de contenidos como entrevistas, sesiones especiales y transmisiones desde festivales. Una de las primeras actuaciones que tuvimos dentro del estudio fue la de Foals el 30 de mayo de 2008. Entonces nos dimos cuenta de que el vídeo jugaría un papel importante y que también sería una gran oportunidad para conectar al público con la buena música. Fue un importante salto en el que KEXP pasó de ser una estación de radio a una organización más amplia de medios de comunicación y artes", explica Tom Mara, su director ejecutivo. Fueron Pixies quienes, el 18 de febrero de 2014, inauguraron las actuaciones en streaming, que actualmente se celebran una vez por semana.

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FKA Twigs en su concierto en KEXP el 18 de noviembre de 2014. Foto: Dave Lichterman

La magia tiene lugar en esa habitación que se ha mencionado. Es muy pequeña, solo hay un cartel luminoso del logo de la estación y unas bombillitas blancas que cuelgan del techo y las paredes negras; una acogedora atmósfera que tan solo puede albergar a cinco personas apretujadas detrás del técnico de sonido, un espacio convertido ya en icono de la música más fresca. Durante 25 minutos puedes descubrir una nueva faceta de esos grandes artistas que normalmente actúan frente a masas humanas sobre las monstruosas estructuras de los escenarios de los festivales. Durante ese tiempo, el espectador puede colarse en la intimidad más envolvente donde cada respiración, cada susurro, te acerca a la verdadera mística del sonido en directo. Como ver a Grimes arrodillada sobre el suelo del estudio trasteando con sus sintetizadores, como si estuviera en el garaje de su casa, regalando una sesión hipnotizadora. O como sentir que tus ojos se humedecen de una emoción que pone los pelos de punta al escuchar a Lykke Li interpretando No Rest For The Wicked, sentada sobre un taburete mientras cierra los ojos y sujeta sus auriculares. O también como escuchar a las chicas de Warpaint y sus cánticos gatunos acompañados por una improvisada batería compuesta de cubos vaciados de pintura o de algún químico. O disfrutar de la versión más romántica de Arctic Monkeys, únicamente representados por el Alex Tuner más rocker y su guitarra acústica.

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Lykke Li en el estudio de KEXP el 22 de mayo de 2014. Foto: Renata Steiner

Es precisamente esta expansión del soporte (de la radio, a la web, al vídeo) la que ha convertido a KEXP en uno de los principales prescriptores de música internacionales, con la misma fuerza que eminencias como Pitchfork o NME. Arctic Monkeys, Band Of Horses, FKA Twigs, Grimes, Jake Bugg, Lykke Li, Pixies, The Lumineers, The XX, Warpaint, Alt-J, James Blake, Metronomy... El listado de artistas que han pasado por su estudio conforma un cartel insuperable (de nombres consolidados y nuevos talentos).

Entonces, uno entra a su canal de Youtube y piensa: "¿Cuál será este grupo?" Y automáticamente uno mismo se responde: "Si está en KEXP, es que es bueno". Tom Mara analiza el porqué de su rol como prescriptores: "Creo que sucedió en 1980, cuando adoptamos lo que llamamos el formato de variedades, en el que, en lugar de poner un solo tipo de música trabajamos para descubrir y poner un despliegue amplio y profundo de todos los géneros contemporáneos. En realidad, no es tanto un formato como una estrategia en la que a los Djs se les da el exclusivo papel de comisario [como un curador de arte]. Nuestro valor clave es: toda la buena música merece ser escuchada. Tenemos 45 Djs comisarios, cada uno con un sentido estético particular, y hacemos la crítica de unos 20.000 discos al año. La mitad de la música que escuchas en KEXP es nueva, la otra mitad viene de nuestra colección y de la colección personal del Dj".

El secreto del éxito es su autenticidad y esa pasión por descubrir nueva música (de un gusto excelente) y hacérsela llegar a la audiencia. Desde luego, no puede esperarse menos de una ciudad como Seattle, cuna musical que ha visto el nacimiento del grunge con Nirvana y Soundgarden, que también ha vivido una era jazz, y que ahora sigue amamantando todo tipo de géneros que van desde la electrónica, pasando por el folk, hasta el hip hop. Sin duda, algo estarán haciendo bien cuando tienen pensado mudarse a un edificio más grande a finales de este año, donde, entre otras cosas, habrá un estudio con capacidad para un público de 70 personas. 70 afortunadas personas que tendrán la oportunidad de ver y escuchar como nunca a todas esas bandas que luego los festivales ponen de moda; pero recuerda, primero los viste en KEXP.

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The XX tocando en KEXP el 25 de julio de 2012. Foto: Dave Lichterman