Mientras remata Spain in A Day, un proyecto audiovisual sobre un día cualquiera de la España del desconcierto a través de los vídeos enviados por miles de ciudadanos anónimos, tiene la cabeza puesta en el arranque del rodaje en agosto, en Barcelona y Belfast, de The Bookshop (La librería), su nueva ficción, un drama basado en la novela homónima de Penelope Fitzgerald con Emily Mortimer, Patricia Clarkson y Bill Nighy. Isabel Coixet (Barcelona, 1960) es una cineasta audaz, inquieta y apasionada, además de una aguda observadora del lugar reservado por el mundo para las mujeres. Lo demuestra con cada película y también con cada artículo que escribe. Dos ejemplos: después de los últimos Oscar, arremetió contra los que habían criticado con saña a Jenny Beavan, la gran directora de vestuario inglesa que recogió su premio ataviada como le dio la gana; o, hace menos, la feroz andanada que lanzó contra la industria del cine y que bajo el título Gemidos describía la triste realidad del papel de las mujeres en la mayoría de los guiones que le llegan. “Recibo historias de Alemania, Francia, Italia y EEUU y te preguntas cómo es posible que a estas alturas la situación sea así”, explica. Es decir, chicas perfectas, con facilidad paranormal para el multiorgasmo, siempre gimiendo de placer en brazos de tipos cuyo físico, por el contrario, nunca se detalla. “Lo cierto es que yo jamás he escrito en un guion ‘chica guapísima con una tetas impresionantes’. Ese artículo fue una válvula de escape, porque yo, entre Beyoncé y PJ Harvey, me quedo con PJ, que me parece mil veces más sexy”.

Ante la inevitable carcajada, Coixet responde con otra risotada y un buen argumento: “Esa soy yo… En serio, a mí una mujer que monetiza los cuernos que le ha puesto su marido [como supuestamente hace la cantante afroamericana en su último disco] no me parece ejemplo de absolutamente nada. Es más, me rompe los esquemas. Si a eso lo llamamos empoderamiento, esa palabra tan horrorosa, pues que le den al empoderamiento. El poder consiste en hacer lo que me da la gana todo el rato. Quizá es una visón limitada, pero es así”." De The Bookshop, la historia de una viuda que abre una pequeña librería en un pueblo, en la Inglaterra de 1959, dice que es “una parábola sobre el mal… Curiosamente, creo que es una metáfora sobre el Brexit”. Y la siente extrañamente cercana: “Es una historia sobre el individuo frente a la comunidad, la de una inadaptada, y tiene mucho que ver conmigo, bastante más que cualquiera de mis películas anteriores”."Mientras, en Spain in A Day asegura que veremos un país que se mueve entre la esperanza y la precariedad, un destilado nacido a partir de los más de 22.000 vídeos recibidos. “Me he fijado en cosas muy sencillas, pero que visualmente tienen mucha fuerza”, explica. “De una chica que llama a sus padres para decirles que los quiere a una enferma de cáncer que reflexiona sobre su dolor y el de los demás…”. Inevitablemente, la balanza ha caído del lado femenino: “Me han interesado más las historias que enviaban chicas. Lo cierto es que las mujeres nos buscamos más que los hombres, quizá por eso siempre parece que estamos bastante más perdidas”.

El documental 'Spain in A Day' se estrenará en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, del 16 al 24 de septiembre.
Este artículo fue originalmente publicado en el número de agosto de Harper's Bazaar España.