El hecho de que el objeto de debate de un programa de la televisión pública sea la comparación entre las mujeres locales y las de los países del Este debería ser denunciado por toda la sociedad. Pero el caso es más grave de lo que parece en ese primer planteamiento, y es un hecho real que ha sucedido en Italia.

Sucedió en un plató de la televisión italiana, cuando ocho tertulianos (cuatro hombres y cuatro mujeres) se pusieron a debatir en directo sobre las mujeres italianas y las del este. El objetivo era compararlas, pero por si no fuera suficientemente sexista comparar a mujeres, los valores en los que comparaban a las mujeres de uno y otros países eran tales como el cuerpo que lucían tras dar a luz, lo permisivas que eran con sus maridos o su cualificación a la hora de llevar a cabo las labores del hogar.

De hecho, la introducción del tema a debatir vino dada por unos rótulos que enumeraban los puntos en los que las mujeres del Este eran mejores que las italianas. Entre las frases destacadas, se hablaba de argumentos como que las mujeres del Este perdonaban las infidelidades, que nunca iban en chándal y por lo tanto siempre estabans sexies, que obedecían a "sus" hombres, aprendían las tareas del hogar desde pequeñas, no se enfadaban y, además, recuperaban rápidamente su figura tras ser madres.

Como era de esperar, las redes sociales ardieron tras la emisión del programa, donde además de este machismo evidente, se escucharon actitudes y comentarios racistas y xenófobos. Tanto la presidenta de la RAI, Monica Maggioni, como el presidente de la cadena de televisión pública, Andrea Fabiano, pidieron perdón de forma pública y calificaron de inaceptable el error cometido.

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