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Dígaselo con flores: así es su lenguaje secreto
Entre bandejas de entrada atestadas de mails y móviles desbordados de WhatsApp hemos dejado de lado el mensaje oculto de las flores, la forma más bella de comunicar. Porque se puede decir mucho; si se sabe con qué flores
Entre bandejas de entrada atestadas de mails y móviles desbordados de WhatsApp hemos dejado de lado el mensaje oculto de las flores, la forma más bella de comunicar. Porque se puede decir mucho; si se sabe con qué flores
Camelia
La camelia es en Asia lo que en Europa la rosa: más que una flor, un icono. Con colores que van del blanco al morado pasando por el amarillo, el rosa y el rojo –y todas las variaciones posibles entre medias– siempre consigue llamar poderosamente la atención cuando va acompañada de sus hojas, oscuras y carnosas.
El nombre le viene de un monje botánico –fray Georg Joseph Kamel– a quien Lineo quiso rendir tributo en el reparto de nomenclatura por su aportación al estudio de las plantas. Una flor milenaria (también en arraigo cultural) en China y Japón: es la flor nacional para unos y un elemento imprescindible en los ritos sacros para los otros.
En la época victoriana a la camelia blanca se la asoció con un trato cortés, educado. Enviar camelias ponía en valor al receptor, como para hacerle ver que era un ser adorable. Pero si el receptor de las camelias blancas era un varón, el mensaje no admitía dudas: buena suerte. © Getty Images
Camelia
El desfile de Louis Vuitton en la primavera de 2012 fue toda una oda a los colores pastel, con vestidos llenos de guiños a las camelias. © Getty Images
Camelia
En la primavera de 2009, Chanel demostró en su desfile de Alta Costura que su razón de ser es la camelia. De la cabeza....
Camelia
Las camelias rojas llegaron al desfile de Prada en la primavera de 2013. Miuccia Prada también miró a Asia y su pasión por las camelias rojas. © Getty Images
Narciso
Existe el narciso blanco e incluso el de suave tono amarillo; pero el narciso popular y conocido por todo el mundo es un rayo luz en medio de un prado. Es el renacer y el comienzo de nuevo; un símbolo de vitalidad, inspiración y creatividad que brota antes incluso de que llegue la primavera; razón por la cual se vuelca en él tanta esperanza.
Los narcisos son los precursores en una primavera incipiente, tanto es así que en China son sinónimo de suerte, de buenaventura; la flor típica del Año Nuevo. En Francia en cambio el narciso es esperanza, y en Gales existía la tradición de creer que el primero en encontrar el primer narciso de la temporada iba a ser bendecido con más oro que plata (¡buena suerte al agraciado!)
El nombre, no por bello, se lo debe a Narciso -aquel que se maravillaba frente a su propio rostro reflejado en el agua– porque crece cerca de los arroyos, de los riachuelos; donde acudía a deleitarse Narciso a falta de espejo. Y aunque se tienen datos del cultivo de narcisos en Grecia y Roma, no fue hasta mediados del S.XVII en Reino Unido cuando volvió su popularidad.
El mensaje oculto en la flor, antes y ahora, sigue siendo el mismo: el regalo perfecto para desear o festejar un nuevo comienzo, como un nacimiento. O también para reavivar una relación, como los que le mandó Smith Jerrod a Samantha Jones en el último capítulo de la serie Sexo en Nueva York: Looking Forward To Spring. © Getty Images
Narciso
Tres salidas del desfile de Michael Kors para la primavera/verano de 2015, en un desfile como una oda al narciso de color amarillo. © Getty Images
Narciso
JLo tiene un color favorito, que además le sienta muy bien.
Con un vestido de Phillip Armstrong y zapatos de Jimmy Choo en un programa de American Idol, de Giambattista Valli Alta Costura en los Globos de Oro de 2016, y con un vestido con capa de Michael Costello en los American Musica Award de 2016. © Getty Images
Tulipán
Aquí viene la enjundia, la miga de esta galería: los tulipanes. Una flores que a día de hoy es el emblema de Holanda, la tercera flor más demandada en el mercado internacional y también la tercera más reconocida del Mundo. Pero el tulipán lleva corrido a sus espaldas, primero porque fue el gran estandarte del Imperio Otomano, y de ahí también le viene el nombre: hay quien dice que es una derivación etimológica de la palabra turbante, porque los pétalos están cerrados y muy compactos como en el ídem, y hay también quien asegura que se ponían en el mismo sólo para decorar (el problema es que ya no nos queda a quién preguntar). Como sea, ese es el nombre que le quedó a una flor que durante el S.XVII llegó a vivir un auténtico furor, siendo usada en diferentes etapas como divisa.
De colores anda servido el tulipán,decisivo para hacer encajar el mensaje: por un lado el tulipán amarillo es el idóneo para mandar a alguien que se quiere pero del que no se espera respuesta (al menos no la respuesta de la correspondencia), en cambio para manifestar el amor y el cariño hacia amigos y familiares nada es comparable al tulipán rosa o al tulipán blanco. © Getty Images
Tulipán
Otoño/invierno de 2016/17,Dolce&Gabbana presenta una colección con un estampado floral, en concreto de tulipanes. © Getty Images
Tulipán
Dita von Teese y Jessica Alba con dos modelos de la colección de Dolce&Gabbana. © Getty Images
Tulipán
También se vieron tulipanes en Óscar de la Renta, pero en la casa del dominicano se presentaron en la primavera/verano de 2015. © Getty Images
Tulipán
Por supuesto, las flores son materia de excepción para la Alta Costura, y nadie como John Galliano para trabajarlas con la máxima delicadeza chez Dior. © Getty Images
Tulipán
Una salida a pasarela con un vestido de cóctel de Dior Alta Costura en el desfile de otoño/invierno de 2010. © Getty Images
Peonía
Es la flor del honor para toda la familia, pero también la flor de la timidez y de la vergüenza. Además de la flor más bella de todas (eso es así, sin admitir discusión a trámite).
¿Y por qué de la vergüenza? Bueno, resulta que Paeon, personaje de la mitología griega era un estudiante de medicina, pero no un estudiante cualquiera sino un pupilo aventajado con trazas de superar al maestro, Asclepio. Ante la cólera de Zeus por el atrevimiento del aprendiz de galeno, Paeon fue convertido en flor; y de ahí su nombre. Y también un poco lo de la vergüenza. Aunque resulta que las peonías también era las flores con las que se cubrían las ninfas sus redondeces desnudas; y de ahí sí: la flor de la vergüenza.
Quizás sea más adecuado su bautizo etimológico en China, donde la traducción de peonía significa, más o menos, "la más bella".
En color rosa suave es un llamamiento al romanticismo, en blanco a la disculpa y en fuscia al honor y respeto con mayúsculas. © Getty Images
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