La escritora Joan Didion posa detrás de unas enormes gafas de Céline para la última campaña de la marca. Puede que esta mujer menuda de 80 años estuviera ya en boca de todos, o de muchos, pero parece como si Céline la hubiera nombrado y se hubiera hecho carne con ese jersey negro, y la media melena gris, y esa postura tan engañosamente frágil. Joan Didion es un personaje-persona que atrae pero necesitabas que alguien te hablara de ella primero. A finales de 2014, año su sobrino Griffin Dunne inició un campaña en Kickstarter para producir un documental sobre la vida de su tía, y él mismo se preguntaba cómo era posible que una de las escritoras más importantes de la cultura americana actual no tuviera un documental. Al igual que con Céline, el proyecto de crowdfounding pareció activar a todos esos “fans” en la sombra de Didion y han recaudado 221,135 dólares, casi tres veces más de los 80.000 que necesitaban para realizar la película. El propio trailer explicar esa necesidad de darle a Joan un espacio en la historia de la literatura americana.

vimeoView full post on Vimeo

Joan Didion Documentary - We Tell Ourselves Stories in Order to Live from Rava Films on Vimeo.

Se llamará We Tell Ourselves Stories In Order to Live, una frase de Joan, que explica su obra y su propia actitud ante la vida, una vida que se convirtió en trágica en el año 2003. Una noche, estaba cenando en su casa junto a su marido, el escritor John G. Dunne.Acababan de llegar de cuidar a su hija Quintana que se encontraba en coma en un hospital de Nueva York, cuando su marido sufrió un infarto y murió en la mesa del comedor. Este es el comienzo de El año del pensamiento mágico (2005) el libro con las historias que ella misma se cuenta para vivir, para seguir viviendo, en realidad.

Photograph, Style, Monochrome, Dress, Monochrome photography, Black-and-white, Photography, Flash photography, Snapshot, Outdoor furniture, pinterest
Quintana, John G. Dunne y Joan Didion en Malibú (1976).

A través de las palabras (y qué palabras) recorre el año posterior a la muerte de su marido y habla de ese pensamiento que poseen los niños, y algunos adultos, por el que si no miras debajo de la cama los monstruos no te atacan o si no tiras sus zapatos, tu marido muerto volverá a casa. Y a pesar de que la pena parece impregnar cada una de las páginas, empiezas a conocer su vida, su trabajo como guionista, sus ensayos, sus aficiones, sus casas, sus viajes, su marido, su hija, su propia filosofía…

Este es mi intento de asimilar el período que vino a continuación: las semanas y después los meses que se llevaron por delante cualquier idea fija que yo pudiera tener de la muerte, de la enfermedad, de la probabilidad y de la suerte, tanto buena como mala; del matrimonio, los hijos y los recuerdos; del dolor y las formas en que la gente afronta y no afronta el hecho de que la vida se termina; de lo superficial que es la cordura, de la vida en sí misma.

Pero ahí no acaba el drama. Esta mujer tan engañosamente frágil tuvo que contarse aún más historias para seguir viviendo. En 2001, publicó Noches azules, esta vez sobre Quintana, su hija, y cómo tuvo que explicarle cuando despertó del coma que su padre había muerto, para luego ver como las complicaciones de una embolia pulmonar acababan con ella a los 39 años, un año y poco después que su marido.

Room, Interior design, Lamp, Living room, Furniture, Home, Couch, Table, Interior design, Lampshade, pinterest
Joan y Quintana.

Pero no son ni la pena ni la tragedia, lo que producen la atracción hacia Didion es su forma de contarlo y su fortaleza: “La vida cambia rápido. La vida cambia en un instante. Te sientas a cenar, y la vida que conoces se acaba”. Ese el estribillo que acompaña al lector durante “El año del pensamiento mágico”. Una sinceridad sin sentimentalismos (no equivocar con 'sin sentimientos') que te va guiando por su historia de vida.

"Las personas que acaban de perder a alguien tienen una mirada que quizás sólo reconozcan los que han visto esa mirada en su propio rostro. Yo la he visto en mí y ahora la veo en otros. Es una mirada de extrema vulnerabilidad, desnudez y sinceridad. Es la mirada de quien sale de la consulta del oftalmólogo con las pupilas dilatadas a la radiante luz del día o la de quien suele llevar gafas y de repente le obligan a quitárselas. Las personas que han perdido a alguien parecen desnudas porque ellas mismas se creen invisibles. Yo misma me sentí invisible durante un tiempo, incorpórea."

Además de sus obras más personales, es una gran ensayista y novelista. Al leer sus libros por primera vez uno siempre piensa: ¿Cómo es posible que no supiera nada de esta mujer? Y en secreto sabe que le debe algo a quien le habló de ella: a una amigo, a un librero, a un bloguero… Aunque parece que ahora todo el mundo habla de Joan Didion. Por fin.