En Antes del anochecer, la tercera parte de la trilogía de Richard Linklater, ocurre una escena, sobre todo una, cargada de verdad. Ethan Hawk y Julie Delpie están en la cama del hotel intentando hacer el amor. Ella habla sin parar y de repente entran en pelea, se levanta y sigue discutiendo tal cual está, con el vestido bajado hasta la cintura dejando los dos pechos al aire; sin importarle lo más mínimo, sin hacer ni un solo intento por recolocarlo... La intimidad de esa pareja queda resumida en ese sencillo gesto sin imposturas.

En Eyes wide shut, Tom Cruise y Nicole Kidman muestran una complicidad parecida. Ocurre en el cuarto de baño, cuando más se pueden apreciar los códigos de ese matrimonio. Una comunicación que va más allá del simple hecho de que ella orine frente a él; podría no hacerlo y la escena funcionaría igual. Es esa tranquilidad, son esos movimientos confiados del que se ha visto así mil veces. Con la longevidad en una pareja, la seducción se traslada a esos otros detalles que se pueden ver en la película de Kubrick.

Hay quien los llama tics, manías, códigos... Con los años, algunas incluso sufren una metamorfosis casi paranormal: acaban pareciéndose físicamente. Pero además del mimetismo, otras cosas pasan cuando llevas mucho tiempo junto a una persona:

1-Nada de 'postureo'

Cuando conocemos a alguien, tendemos a mostrar la mejor versión de nosotros mismos. A medida que pasa el tiempo, vamos relajándonos y siendo más honestos. Cuantos más años juntos, menos importan las apariencias: esto es lo que hay y así me muestro, con lo bueno y con lo malo. Ortega y Gasset resumía así esa transparecia: "Según se es, así se ama".

2-Lenguaje propio

No sólo de "caris" y de "churris" vive una pareja longeva. A medida que pasan años juntas, dos personas suelen desarrollar un lenguaje propio. Según un estudio de la Universidad Estatal de Ohio, "las parejas que utilizan más palabras y frases secretas, más felices tienden a ser".

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3- Con sólo una mirada

Hay quien llama a esto directamente telepatía. Una pareja longeva se puede sincronizar hasta el punto de que baste una mirada para saber lo que el otro está pensando. Cuanto más tiempo llevan juntas, más se conocen dos personas, más capacidad tienen para interpretar sus miradas, sus moviemientos y sus gestos. Esa decodificación del lenguaje corporal del otro a veces roza el milagro, aunque está comprobado que no hay en ello nada de sortilegio: cuantos más añosunidos, más información gestual se comparte, más experiencias y, por lo tanto, más fácil será esa interpretación.

4-La forma de dormir

Que levante la mano quien lleve muchos años con su pareja y aún duerma toda la noche abrazado a ella. Exactamente, las probabilidades de dormir dando la espalda al otro son francamente altas. Aquí hay un código claro que prima por encima de todo: la comodidad y el descanso.

Hay quienes incluso duermen en camas separadas, como en Downton Abbey, y aseguran que se aman con locura. En este punto, el mundo se divide entre los defensores del "dormir solo" versus los que defienden las ventajas de hacerlo acompañado. Todo dependerá de los gustos de cada uno y de otros factores importantes, como que la otra persona ronque.

5-Os empezáis a parecer físicamente

En algunas parejas ocurre un fenómeno inquietante: llevan tanto tiempo juntas, que ya se parecen físicamente. Según un estudio que el psicólogo Robert Zajonc hizo en 1987, la razón para que esto ocurra es que muchos utilizan para expresarse los mismos músculos tan a menudo que, con el tiempo, se mimetizan mutuamente. Los expertos llaman a esto "estructura de coordinación compartida ".

6-Acabáis hablando igual

Además de tener un lenguaje secreto, acabáis por tener el mismo tono de voz, el mismo acento y la misma sintaxis. De nuevo, ocurre por un fenómeno de "imitación emocional".

7-Os reís y nadie os entiende

Esto no quiere decir que obligatoriamente compartáis el mismo sentido del humor. Puede ocurrir que, como a la que firma estas líneas, os hagan gracia cosas completamente opuestas. Cuando él o ella se troncha con Zoolander, tú lo miras con cara de acelga. Y viceversa cuando tú te descojonas con Louis CK.

Pero... existen momentos en los que ocurre algo que sólo os hace reír a vosotros dos. El resto de la humanidad presente no entiende a qué viene tanta carcajada, pero vosotros no podéis parar de reír. Y no ha hecho falta ni que os expliquéis el chiste con palabras, si es que lo hay. De nuevo, basta una sola mirada.

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