En 2013, mucho antes de que comenzara, la Super Bowl ya había sido apodada como ‘el concierto de Beyoncé’. El intermedio, reservado para el artista musical del momento, suele tener más espectadores que el partido en sí –más de 100 millones sólo en Estados Unidos–. Aquel año, después de cantar el himno nacional durante la toma de posesión de Obama, Beyoncé saltó al escenario del Superdome de Nueva Orleans dispuesta a aclarar cualquier duda; el concierto sirvió para anunciar que de poco valía ya el juego: Beyoncé era la ganadora.

Este año, a poco de arrancar el Denver Broncos-Carolina Panthers, y después de ver a Lady Gaga de Gucci– rindiendo honor al patriotismo yanqui, Beyoncé sobresalió (otra vez) en el espectáculo del descanso de la 50ª edición del evento. Ésta presentó su nuevo tema, ‘Formation’, revelado el sábado, acompañada por la banda britanica Coldplay y por el cantante Bruno Mars.

Chris Martin y su banda fueron los encargados de abrir el espectáculo en el Estadio Levi's de Santa Clara (California), en Silicon Valley.

Aprovechando el tirón mediático del show y de su retorno, Beyoncé anuncia el inicio de su nuevo tour; el Formation Tour, que comenzará el próximo mes de abril en Estados Unidos. De momento no pasará por España. Sí por Alemania –Düsseldorf, 12 de julio–, Holanda –Ámsterdam, 16 de julio–, Francia –París, 21 de julio–, Dinamarca –Copenhague, 24 de julio– o Bélgica –Bruselas, 31 de julio–.