¿Qué te sorprendió de la historia?

La mayoría de las novelas de Patricia Highsmith hablan de mentes criminales, pero esta trata sobre mentes enamoradas. Lo interesante de eso es que, en los años 50, ser lesbiana se consideraba un crimen. También es cierto que cuando te enamoras, tu mente funciona de forma parecida a la de un criminal.

Piensas en todas las posibilidades, en todo lo que puede salir mal, en cómo pueden delatarte, en cómo pueden pillarte, con quién te vas a cruzar...

La novela es la primera, y seguramente de las pocas, sobre todo en aquella época, en la que una relación entre dos mujeres no termina en muerte, o con una de ellas volviéndose hetero.

¿Qué tal la experiencia de trabajar con Cate Blanchett?

Cuando hicimos las pruebas de cámara y la vi maquillada, peinada y vestida por primera vez, aquello habló por sí solo. ¿Quién no iba a quedarse
alucinado viéndola? Es una diosa. Es un ser majestuoso.
Creo que Therese [el personaje al que interpreta Mara], seguramente nunca había visto a nadie así.

Admiro a Cate desde los 13 años, cuando la vi en Elizabeth. Me dio mucho miedo saber que trabajaría con ella. Es uno de mis ídolos.

¿Qué opinas del trío amoroso de personajes Carol-Abby-Therese?

Es un poco como cuando empiezas a salir con alguien y odias a todas sus exparejas, y en este caso Abby aún forma parte de la vida de Carol.

Es su mejor amiga, es como su hermana. Es una presencia amenazante, y creo que Therese quiere odiar a Abby, pero Abby no le da la oportunidad, porque la trata muy bien.

Yo me pondría celosa, desde luego. Si me enamorara de alguien que tiene una relación así, me costaría.

También compartes pantalla con Sarah Paulson. ¿Cómo fue?

Muy divertido y muy difícil a la vez. Congeniamos mucho y lo pasamos muy bien desde el primer momento, pero nos costó rodar escenas tan emotivas juntas, porque nos entraba la risa. Ya en los ensayos hacíamos bromas sobre la tienda de muebles y sobre los sentimientos de Abby. Ha sido genial trabajar con ella. Es fantástica.

El vestuario es una delicia. ¿Cómo te has sentido en esa época?

Me encantan las películas de época y siempre había querido rodar una. El vestuario, los peinados, los decorados, es todo, no puedes meterte en el mundo
del personaje hasta que ves cómo es.

Cuando supe cómo iba a ir vestida y peinada, ahí todo cobró sentido de verdad, al menos para mí. Tu aspecto y tus movimientos son lo que da forma al personaje, y el vestuario da forma a tus movimientos, y Sandy [Powell, la diseñadora de vestuario y nominada al Oscar] es sensacional.

Verlo es increíble. El primer día rodamos en un parque y todos llevaban unos paraguas preciosos, y las mujeres llevaban unos sombreritos monísimos, y medias, y zapatos de tacón, y hacía muchísimo frío.

Choca pensar que las mujeres tenían que vestirse así hiciera el tiempo que hiciera. Pero también era precioso. Que sí, que ahora vestimos mucho más cómodos, pero antes la gente iba mucho más guapa.

Una relación homosexual en aquella época tenía que ser complicada, ¿no?

No me imagino cómo sería ni la fuerza y el valor que había que tener para mantener algo así en los años 50. ¡Si ya es difícil hoy en día en muchos sitios del mundo!

¿Crees que gustará al público?

La gente se sentirá identificada. Es una historia de amor.

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Cate Blanchett en una escena de ’Carol’, de Todd Haynes.