8 actores por los que nadie daba un duro y han callado bocas
El reciente éxito en la última edición de Cannes de intérpretes cuestionados como Diane Kruger o Robert Pattinson los incluye en la lista de estrellas que supieron superar las suspicacias de público y crítica.
Apostar contra uno mismo nunca es un buen negocio. A Diane Kruger, por ejemplo, su infravaloración le va a costar una acumulación de tinta en algún rincón de su piel. La actriz alemana, cuyo talento siempre se ha subestimado en pos de su evidente belleza, no se creía con las posibilidades suficientes para convertirse en la primera actriz celebrada de este 2017. Durante el rodaje de la película In the fade, del premiado cineasta Fatih Akin (Contra la pared), Kruger apostó a que jamás seleccionarían la película para el festival de Cannes ni, mucho menos, se llevaría un galardón. Si resultaba equivocada tendría que tatuarse un ancla, el símbolo tradicional de la ciudad de nacimiento de su director, Hamburgo. Unos meses después, no solo se ha ido de Cannes con el premio a la mejor actriz, también con la tarjeta de un buen tatuador para cumplir su promesa.
Pero Diane Kruger no es la única intérprete infravalorada en el mundo del cine. Desde estrellas consolidadas a ídolos del cine juvenil, son varios los que tuvieron que acallar las críticas que los acompañaban durante buena parte de su carrera. Estos son algunos ejemplos:
Diane Kruger
Ella se refiere a ese papel como aquel que casi acaba con su carrera antes incluso de que esta comenzara. “Fue la última vez que leí críticas. Según ellos, mi trayectoria estaba casi finiquitada. ¿A dónde iba a ir?”. Porque la Helena que inició toda una guerra en el péplum Troya casi le cuesta el futuro a Diane Kruger. La intérprete alemana apenas llevaba un par de años en el mundo del cine cuando su intervención en la superproducción de Brad Pitt la condenó a ‘mujer objeto por excelencia’ en el cine de aventuras (La búsqueda) o thrillers con alma de sobremesa.
Gracias a la falta de prejuicios del cine europeo y la confianza de un resucitador de actores como Tarantino (Malditos Bastardos), Kruger ha demostrado un talento incontestable mientras se definía como un icono de estilo y elegancia. Su premio a mejor actriz en el festival de Cannes por In the fade ya la sitúa como favorita en la próxima carrera hacia los Oscar.
Robert Pattinson
“Durante los años de Crepúsculo, Mr. Pattinson no siempre fue tratado con amabilidad por aquellos críticos que no supieron ver más allá de su belleza o de su función como objeto de deseo en la franquicia”. Con estas palabras se refería al actor la crítica del New York Times Manohla Dargis, es decir, una de las personas más influyentes en la industria que respira sobre la tierra.
En su crónica, Robert Pattinson sabe lo que piensas y puede trabajar con eso, Dargis diseccionaba los inescrutables caminos por lo que transita el actor desde el cierre de la saga vampírica. Tras un primer intento de refugiarse en el cine más comercial (Agua para elefantes, Recuérdame), Pattinson decidió apostar por ofrecerse como primera opción para cualquier director de culto que se precie. Y lo ha conseguido. Su última aparición en el filme Good Time fue de lo más aplaudido en el último festival de Cannes.
Sandra Bullock
Su mérito reside en que hablamos de una de las caras imprescindibles de la comedia romántica contemporánea a pesar de que ha declarado en varias ocasiones que odia el género.
Bullock tuvo que aguantar dos décadas siendo ignorada por la crítica mientras reventaba taquillas con productos mainstream como Speed, Miss Agente Especial o Tiempo de Matar. Su suerte comenzó a cambiar gracias a su papel de reparto en aquella fábula sobre el racismo llamada Crash y en esta década la paciencia ha terminado por fructificar. En 2010 ganó su primer Oscar por su rol en The Blind Side y fue nominada a otro en la inolvidable Gravity.
Y mientras que recoge premios y desafía sus propios gustos, ha firmado la que muchos denominan como la Pretty Woman del siglo XXI. La Proposición ya es un clásico que arrasa en cada emisión televisiva. ¿Por qué elegir entre crítica o público cuando puedes hacer felices a los dos?
Leonardo DiCaprio
Seguro que es el caso más mediático de todos ellos. El viaje de ídolo forracarpetas a intérprete más respetado de su generación le ha costado al bueno de Leo decenas de papeles exigentes y otras tantas caras de circunstancia al oír como era otro el que subía a recoger el premio.
Desde que en 1996 la crítica pusiera el grito en el cielo por su Oso de Plata en el festival de Berlín gracias a Romeo + Julieta, los académicos se lo han puesto más difícil que a nadie. Tanto, como para ignorarlo en la orgía de nominaciones de Titanic (14) en los Oscar de 1998.
Spielberg, Scorsese, Nolan, Tarantino e Iñárritu decidieron impartir justicia con él. Finalmente el mexicano se llevó el gato al agua con su tour de force en El Renacido, motivo de que todos nos levantáramos de la silla a las 5 y media de la mañana para aplaudirle mientras recogía la estatuilla. Nunca madrugar (o no dormir) fue más gratificante.
Ana de Armas
De Mentiras y Gordas a Blade Runner. La trayectoria de la actriz cubana, sex-symbol de la muchachada milénica durante su etapa en la serie El internado, impresiona tanto como desconcierta. En 2014 la vimos por última vez en el cine español, protagonizando un sonado fracaso de taquilla titulado Por un puñado de besos. Y mientras todavía muchos dudan de sus capacidades interpretativas por lo demostrado durante su carrera española, en apenas unos meses ha cambiado a Martiño Rivas por estrellas como Ryan Gosling o Harrison Ford, y según la prestigiosa revista Variety, es una de las 10 actrices más prometedoras del momento. Seguro que en las estancias del internado Laguna Negra están celebrando el éxito de su miembro más internacional...
Matthew McConaughey
Dallas Buyers Club, El lobo de Wall Street, True Detective e Interstellar. En apenas dos años, 2013 y 2014, los medios especializados en información cinematográfica no consiguieron otro protagonista para sus portadas. McConaughey no les dejó. Parece imposible recordar una transformación más fugaz y contundente en la meca del cine que la del tejano. ¿Cómo puede ser que aquel tipo de las mechas en el pelo y filmografía color pastel –con Kate Hudson– conquistara el cielo de Hollywood por asalto?
Según afirmó él mismo en una entrevista con la edición norteamericana de GQ, todo reside en el ‘McC-onocimiento’, una especie de revelación sensorial que tuvo en un viaje a África. Y la prensa contestó: “Alright, alright, alright…”.
Kristen Stewart
De Edward Cullen a Bella Swan. La diferencia más acusada entre dos ídolos adolescentes que han sabido reciclarse con éxito (Emma Watson todavía trata de enderezar a Daniel Radcliffe) es que Stewart ya había demostrado su talento antes de participar en adaptación de los libros de Stephenie Meyer. Para muchos de los directores que han apostado por ella fue precisamente su trabajo previo a Crepúsculo, como Hacia rutas salvajes, el que les convenció para darle una oportunidad.
Con personajes tan potentes en los últimos tiempos como los de Personal Shopper, Café Society o Viaje a Sils Maria, se entiende que hasta el Washington Post hiciera fe de erratas en un artículo de titular cristalino: Es hora de reconocer que Kristen Stewart es una buena actriz.
Dwayne Johnson
“Es difícil decir que una gran superestrella está infravalorada, pero creo que en su caso es verdad. Creo que es un talento fenomenal y quizás porque está trabajando en el género del entretenimiento familiar no está recibiendo la atención que se merece, pero es un actor dotadísimo”. Carlton Cuse, uno de los creadores de Perdidos, hablaba así del intérprete mejor pagado los dos últimos años, Dwayne Johnson.
Nadie como él ha sabido combinar el carisma y la humildad para mutar de estrella del ring a estrella de la cartelera, conociendo sus limitaciones y sus puntos fuertes. Puede que su filmografía todavía esté protagonizada por fuegos artificiales sin demasiada reflexión, pero en sus múltiples colaboraciones con Saturday Night Live (hasta cinco veces ha hecho de anfitrión) demostró un instinto que podría llevarle a las grandes ligas.
Salvando las distancias, otros tótems del cine familiar como Stallone, Carrey o Williams también gozaron del respeto de la crítica. ¿Por qué no Johnson?
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