¿Cómo definirían su estilo personal?

KENDALL: Me gusta lo sencillo y con clase. No soy como ella [señala a Kylie]. ¡Puede ir a una comida con traje de gala! Yo soy más fan de la imagen que transmite el nuevo Saint Laurent. Diría que es cool.

KYLIE: Sí, yo llevaría vestido y taconazos a un almuerzo.

¿Qué prenda no falta en sus guardarropas?

KENDALL: Unos vaqueros de talle medio o alto, que queden bien en el trasero, con pernera recta o ajustada.

KYLIE: Una buena chaqueta de cuero. ¡Todo el mundo necesita una buena chaqueta de cuero!

¿Con quién cambiarían los armarios?

KENDALL: Con Miranda Kerr o Rosie Huntington-Whiteley. Las encuentro muy refnadas.

KYLIE: Creo que con Kim [Kardashian, su hermanastra]. Me quedaría con todo lo suyo si tuviera su mismo número de pie...

¿Qué prenda o accesorio no se pondrían nunca?

KENDALL: Nunca digo nunca. La moda es constante evolución. Y nunca se sabe.

KYLIE: Algo de cebra. Cuando era más joven me obsesionaba. En secundaria tenía moqueta, almohadas y ropa de ese estampado, todo lo que puedas imaginar. Así que estoy saturada. No me importa qué marca ni quién lo haya diseñado, no

quiero más cebra.

¿Tacones o zapato bajo?

KENDALL: Me encanta ir de plano, pero los tacones nunca fallan. Hacen que la ropa siente mejor y que tu cuerpo parezca más imponente.

KYLIE: ¡Tacones!

¿De qué no podrían prescindir ni un solo día?

KENDALL: Me pongo de mal humor o sensiblera si no he comido. La otra noche tenía tanta hambre que casi me echo a llorar sin razón. ¡Soy muy emotiva!

KYLIE: Seguramente, los zumos y bebidas de Erewhon [tienda de productos orgánicos de Los Ángeles].

¿Cuáles son sus ciudades favoritas?

KENDALL: Los Ángeles. Quizá soy poco imparcial porque es mi hogar. Lo digo siempre. He visitado los lugares más maravillosos del mundo, como Grecia, probablemente el sitio más bello en el que haya estado, pero no sé, aquí las vibraciones son muy buenas y la calidad de vida es alta. Y, además, es donde está toda mi familia. Adoro Los Ángeles, no puedo evitarlo.

KYLIE: A mí me encantaron Mónaco y la isla griega de Santorini.

KENDALL: ¡Anda ya! ¡Pero si en Mónaco no estuviste ni 24 horas!

KYLIE: Ya, pero aún así me chifó. En Santorini pasé dos días y me gustó muchísimo.