En la era de la pasión por lo bio/orgánico/natural y todas sus vertientes, no hay una sola persona (de las que acostumbramos a empaparnos de todas las tendencias del momento, sin importar el ámbito) que no haya invertido algo de su tiempo en buscar recetas, trucos o consejos para llevar una vida más saludable y cumplir con el máximo de características de una vida eco.

Recetas, alimentos 100% orgánicos, empresas y marcas responsables con el medioambiente y, cómo no, cosmética natural. En los últimos años nos hemos dado cuenta que de poco sirve alimentarnos de la forma más natural posible si, después, aplicamos en nuestra piel todo tipo de componentes químicos y productos con ingredientes tóxicos que contaminan y pueden las diferentes capas cutáneas.

A esto, se ha unido otro de los fenómenos que reina en la red: el universo homemade. Todo lo hecho en casa, al final, es mucho más sano (tú lo haces y controlas lo que añades y lo que no) y, evidentemente, mucho más económico. Por eso, nos hemos lanzado a la red en busca de exfoliantes naturales a base de azúcar y aceite de oliva, mascarillas nutritivas para el cabello hechas con aguacate o remedios caseros para paliar los signos de cansancio con pepino o té verde. Sin embargo, no siempre nos fiamos de la eficacia de estos mejunjes naturales: ¿puedo acabar con las estrías aplicando aceite al salir de la ducha? ¿Es verdad que los cítricos me ayudarán a combatir la celulitis?

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Para resolver todas las dudas referentes a la cosmética hecha en casa (o homemade, que suena más cool), hablamos con la doctora Marta Feito, dermatologa de Clínica Dermatológica Internacional, para saber, de una vez por todas, si podemos fiarnos de las recetas que encontramos en Internet y, sobre todo, qué está permitido y qué no, según cada tipo de piel.

¿Realmente funciona la cosmética homemade?

Definitivamente, sí. No es un mito y el hecho de que no venga envasada en un packaging de lujo o no lleve el nombre de una gran firma, no quiere decir que no sea efectiva. "En algunas ocasiones, la cosmética natural, hecha con ingredientes procedentes de plantas, flores, hierbas, raíces o semillas, puede ser tan buena como la creada a base de ingredientes sintéticos", nos cuenta la doctora Marta Feito, en referencia no solo a mascarillas, exfoliantes y demás cosméticos hechos en casa sino también a todos aquellos productos de cosmética natural.

De hecho, según nos cuenta la experta, no solo pueden tener el mismo efecto sino que el hecho de que sean naturales nos previenen de muchos problemas derivados del uso de componentes químicos y sintéticos: "Los productos naturales pueden colaborar en la mejora de los problemas cutáneos. Por ejemplo, para una piel grasa se deberían utilizar ingredientes astringentes así como para una piel sensible, con tendencia a las rojeces, deberíamos utilizar agentes calmantes".

Un ingrediente para cada problema

La clave de encontrar una fórmula que verdaderamente funcione está en saber reconocer cada tipo de piel, para así utilizar los ingredientes que puedan resultar más beneficiosos en cada caso concreto. Pero no solo a la hora de crear o comprar cosméticos, sino que la doctora Feito incide en la importancia de ingerir los productos y alimentos concretos, para un cuidado de la piel desde el interior. "La dieta es nuestro mejor cosmético. Dicho de otra manera, la dieta dermosaludable coincide con la dieta saludable. Es fundamental hidratarnos bien a lo largo del día, además de utilizar en nuestros platos los siguientes ingredientes: Vegetales y frutas con mucho color (frutos rojos, uvas, tomate, espinacas, zanahorias), cereales, arroz y pasta integral, pescado (fuente fundamental de omega 3), productos lácteos (fuente importante de calcio para nuestros huesos), frutos secos (almendras, nueces), legumbres, vino tinto o aceite de oliva".

Además, la dermatóloga nos revela qué ingredientes podrían funcionar mejor de cara a un problema concreto. Por ejemplo, las arcillas y el agua de hamamelis son idóneas para combatir el acné, los brillos y el exceso de grasa en la piel; mientras que en pieles secas, el uso de aceite de rosa de mosqueta podría paliar o disimular la aparición de arrugas y estrías. El té verde podría ayudarnos a combatir los signos de cansancio y fatiga y, la árnica, es el ingrediente estrella para ojeras y bolsas.

Natural, sí, ¿pero y sus consecuencias?

El hecho de que sean ingredientes naturales o cosméticos libres de componentes químicos no implica que siempre vayan a crear efectos positivos en la piel. "Algunos productos de origen natural pueden causar eccemas irritativos u otras reacciones alérgicas. Se han encontrado casos en los que se ha relacionado una reacción cutánea con alergias al huevo, por el uso de mascarillas para el pelo hechas a base de clara de huevo", especifica la doctora Marta Feito, que además, añade: "El uso de productos muy oleosos (por ejemplo a base de aceite de coco o aceite de oliva) en pieles grasas con tendencia a desarrollar acné, puede provocar más lesiones comedonianas y no comedonianas, tanto si son utilizadas en cara como en el resto del cuerpo, aunque más específicamente en la zona del escote y espalda superior".

Es de vital importancia, por tanto, tener en cuenta la tendencia de nuestra piel a la hora de elegir un cosmético o innovar con los productos naturales que tenemos en casa a la hora de hacer exfoliantes y mascarillas, por muy orgánicos que sean. Sin embargo, su uso es totalmente recomendable y se trata de una tendencia al alza en el universo de las cosmética.