Vas por la calle soportando un viento helado. Entras en un bar. Notas la calefacción echando fuego. Te tomas dos (o tres, o cuatro) cañas y una ración de patatas bravas. Sacas el móvil para hacer el primer selfie de exaltación de la amistad y de pronto te ves como Miss Peggy. ¿Por qué te has encendido como una bombilla? ¿De dónde han salido esas rojeces? ¿Del frío? ¿De la calefacción? ¿Del vino? ¿De la salsa brava? Probablemente, amiga, de las cuatro cosas. Te preguntas por qué tu amiga está blanca como el mármol y tú con unas chapetas del color de la piruleta. Probablemente porque tu piel es sensible y se irrita con facilidad. Quizá tu amiga se puso una crema hidratante con protección. A lo mejor usa un maquillaje especial que cubre esos cambios de tono en la piel. Como estás de puente, decides que ya lo pensarás mañana. Pues bien, cuando mañana te pongas a pensarlo, revisa este post. Las rojeces están ahí, acechando a cada paso que das, pero tu piel puede hacerse fuerte frente a ellas. Al grano: Los cambios de temperatura causan rojeces, de eso ya nos habíamos dado cuenta. Además, hay personas que cuando se ruborizan también se ponen como un tomate. ¿Cómo saber si lo tuyo va a ser así siempre o puedes minimizarlo? Pues, lo primero, conociendo el origen por el que surgen tus rojeces. Y un consejo para todas y todos, ahora que el invierno está instalado: mantener la piel bien hidratada puede regular la aparición de roturas de capilares, que es en definitiva lo que hace que te veas más rosa que la cerdita de Barrio Sésamo. Escuchemos a los especialistas. Tenemos las voces de dos dermatólogos de reconocido prestigio, el Dr. Rafael Serena y la Dra. Rocío Vázquez que nos explican cómo afecta el frío a la piel y por qué creen que una posible solución está en el láser.

- ¿Son las rojeces producto del frío?

“El frío causa vasoconstricción en los capilares de todo tipo de piel, sea o no sensible. Disminuye la irrigación y esto implica un aporte insuficiente de oxígeno y nutrientes a las células de la epidermis, que adquiere un aspecto apagado. El frío, además, hace que se retrase el ciclo de renovación celular y que se acumulen las células muertas, causando una sensación de tirantez y falta de confort. Esta acumulación de corneocitos impide que la secreción sebácea natural llegue a la superficie para lubricar y nutrir la epidermis. La sensibilidad cutánea, la sequedad, las rojeces y la descamación se refuerzan mucho más a causa del frío”, explica la Dra. Rocío Vázquez dueña de su propia clínica en Sevilla.Y el Dr. Serena abunda: “Cuando la temperatura atmosférica baja, muchas personas con la piel sensible, además de presentar la piel seca, pueden sufrir prurito, descamación o incluso, enrojecimiento de forma permanente. Una de las causas más importantes de esta deshidratación durante el invierno es la calefacción. Someter la piel a altas temperaturas en casa o en el trabajo, la deshidrata debido a que se elimina parte de la humedad ambiental”. Ahora bien, además de eso, el problema puede estar dentro. A la hora de tratar las rojeces hay que saber distinguir entre tres procesos:

1. Couperosis: Está ligada a problemas de microcirculación y afecta en concreto a los vasos sanguíneos de la piel facial. El resultado es la formación de pequeñas varices o venas varicosas en diferentes partes del rostro. La podemos encontrar en todo tipo de piel y su aparición está favorecida por factores como emociones intensas, alcohol, café, tabaco, picantes, trastornos digestivos, exposición excesiva a la radiación solar o el uso continuado de corticoides tópicos. Los vasos capilares rojos y dilatados en la cara se localizan en los pómulos, nariz y mentón, de forma permanente.

2. Las telangiectasias: Son dilataciones de los vasos sanguíneos que están en la superficie de la piel. También se les llama ‘arañas vasculares’, ya que pueden recordar a un cuerpo central del que salen patas largas y finas. Suelen tener un color rojizo o violeta y pueden aparecer en cualquier punto de la piel, aunque son más frecuentes en las piernas y la cara. De rojo brillante, tienen 1-4 mm de diámetro y palidecen a la presión”

3. La rosácea: Se produce por la asociación de eritrosis (rojeces), couperosis (venitas) y lesiones inflamatorias (pápulas, pústulas) en el rostro. Es una enfermedad dermatológica que durante mucho tiempo fue llamada, equivocadamente, acné rosácea. Más común en los pacientes con la piel clara y fina, existen factores que la propician como el cambio brusco defrío a calor, el humo del tabaco, las especias, el alcohol y el estrés. Todo esto provoca la dilatación de los vasos sanguíneos en el rostro. Se podría decir que es un paso más en la couperosis. Además del enrojecimiento, aparecen lesiones semejantes a las del acné sobre todo en la zona de los pómulos y nariz, y por ello requiere un tratamiento médico complementario.

- ¿Se pueden prevenir las rojeces?

"No siempre es posible adelantarse a la dilatación de un capilar", explica la Dra. Vázquez, "pero es bueno hacer ejercicio, evitar azúcares refinados, obviar la exposición al sol y usar crema solar al salir a la calle. Asímismo, es mejor no tomar baños de agua muy caliente. Ayudan alimentos como el ajo, la zanahoria, la alfalfa y el aceite de oliva, así como las frutas y los alimentos antioxidantes. Es necesario utilizar cosméticos específicos para proteger la piel y reforzar sus capilares”. A lo que el Dr. Serena añade: “Hay que usar cosméticos adecuados durante las condiciones climáticas desfavorables (hidratante y protección). Además, hay que evitar ciertos productos. Está demostrado que la aplicación continuada de jabones agresivos, peelings químicos o exfoliantes son factores de riesgo en estos pacientes. El agua con concentraciones muy elevadas de cloro o calcio también pueden favorecer la patología”.

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Aunque pueden resultar favorecedoras, no todas las mujeres conviven en paz con las rojeces de su piel

- Una vez aparecidos, ¿cuál es la mejor forma de eliminar los capilares?

Parece ser, que el tratamiento con láser. En pocas sesiones, de una forma cómoda y rápida se pueden eliminar las telangiectasias, arañas vasculares, couperosis y rosácea. Se trata del láser de Colorante Pulsado de Rodamina conocido como VbeamPerfecta de Syneron-Candela. Es muy preciso y eficaz. "Envía un haz directamente sobre la hemoglobina para eliminarla, lo cual conduce a la desaparición de los vasos sanguíneos visibles, couperosis, lesiones vasculares, arañitas, rosácea, etc”, cuenta la Dra. Vázquez. Y el Dr. Serena completa la información: “El tratamiento es ambulatorio, dura unos minutos, es indoloro y deja la piel sonrosada durante unos quince minutos”.

(Más información: en Sevilla clinicarociovazquez.com / en Barcelona serenaclinic.com / en Madrid grupopedrojaen.com)

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