Relaciones tóxicas: cremas solares y acné facial
A cada problema, una solución; despídete del acné provocado por las cremas solar sin renunciar a proteger tu piel de los rayos UV.
La relación tóxica entre las cremas solares y el acné facial se convierte en una preocupación para muchas personas con la llegada del verano. No importa si tienes la piel seca, grasa o mixta, porque la aplicación de este tipo de productos puede producir cambios que en condiciones normales tu piel no suele experimentar: acné, brillos, grasa, erupciones… Tu rostro se convierte en un completo desconocido y ya no sabes que hacer para resolver el problema (porque, evidentemente, has probado todas las cremas habidas y por haber).
El dilema al que se enfrentan las personas que sufren este problema es tremendo, porque por todos es sabido que la protección solar es de vital importancia. No podemos renunciar a ella si queremos protegernos de los rayos UV, que son el principal causante del cáncer de piel. Además, la incidencia del sol en la piel hace que se acelere el envejecimiento, aparezcan manchas y otras alteraciones. De hecho, no solo deberíamos utilizar protectores solares faciales solo en verano, para protegernos en la piscina o playa, sino que debería ser un imprescindible en nuestro cuidado diario.
Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Aceptar que vamos a tener que vivir todo el verano con un brote acneíco? ¿Renunciar a la protección solar? ¿O existe verdaderamente alguna crema libre de grasas y aceites que podamos usar sin miedo a que nuestra cara se llene de granos al instante? Para resolver todas estas duda, nos hemos puesto en contacto con una experta en acné facial.
¿Por qué provocan acné las cremas de protección solar incluso en pieles secas?
"Algunos protectores solares tienen una textura oleosa porque contienen filtros orgánicos con moléculas de carbono o un exceso de la fase grasa del producto que proporciona una mayor densidad y remanente de la crema en la piel", nos cuenta la doctora Lidia Maroñas Jiménez, de la Clínica Dermatológica Internacional, que asegura que este problema puede afectar también a personas con piel seca, porque estos productos tienen un efecto oclusivo que tapona el poro y una fórmula más densa que aporta un exceso de lípidos en la epidermis.
¿En qué se diferencian los protectores solares libres de aceites?
En primer lugar, podéis estar tranquilos, porque el hecho de que no lleven aceites ni sean tan grasos como los que acostumbramos a ver, no impide que protejan de la misma manera. Según la doctora Maroñas, "Los protectores solares libres de aceites minimizan la base grasa del producto de forma que mejora su cosmeticidad y evita el efecto oclusivo y de 'rostro brillante' de los protectores más densos sin perder calidad en fotoprotección". Además, añade que son protectores mucho menos densos que evitan la aparición de brillos, así como la sensación pegajosa en el rostro.
¿Cómo sabemos si compramos el producto adecuado?
Finalmente, es importante tener una base de conocimientos al respecto para no invertir el dinero en un producto que no sea el adecuado para nuestra piel, más aún teniendo en cuenta que los cosméticos (especialmente si se trata de productos para un cuidado específico) no suelen ser baratos. Por eso, la doctora Maroñas nos explica los aspectos a tener en cuenta a la hora de comprar el producto idóneo para el cuidado del rostro:
- Que contenga filtros que protejan frente a los rayos ultravioleta A y ultravioleta B (UVA y UVB).
- Que sea hipoalergénico (libre de sustancias que puedan dar alergia como el ácido paraminobenzoico, PABA).
- Que sea libre de grasa y no comedogénico (protectores solares de base gel, gelcream o acuosa que contengan productos seborreguladores y matificantes).
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