Te has pasado con el sol. ¿Y ahora qué?

Nos encantan las vacaciones pero en muchas ocasiones nuestra piel desearía que nos quedásemos en casa. No es solo que nos pasemos con el sol, es que además solemos relajar nuestra rutina de cuidados con la excusa de que llevamos demasiadas cosas en el neceser o que se ha hecho muy tarde para aplicarnos el sérum de noche. Y solo nos damos cuenta de las consecuencias de esta actitud despreocupada cuando, al volver a la rutina, nuestra piel ya no luce dorada, sino opaca y apagada bajo la luz de los halógenos de la oficina y, a tantos kilómetros lejos del mar, la notamos más seca y áspera. Además en el pecho y en el rostro hemos notado la presencia de algunas zonas más oscuras, manchas que empiezan a instalarse en nuestra piel.

Recuperar la piel después del verano es una tarea dura pero no imposible, así que no desesperes. Después de las vacaciones, tenemos algo a nuestro favor: los beneficios que aporta a la piel el descanso, la falta de estrés y el contacto con el aire libre del mar o la montaña. Vienes con las pilas cargadas, así que aprovéchalo. El primer paso sería exfoliar la piel para refinar los poros y recuperar el brillo. Además, una exfoliación puede ayudarnos atenuar las manchas y estimular la producción de colágeno, fundamental para evitar la formación de nuevas arrugas.

Lo siguiente es luchar contra la deshidratación. “Hablamos de deshidratación cuando la cantidad de agua de la capa córnea es inferior al umbral mínimo del 10%. Una piel deshidratada que presenta falta de agua no es un tipo de piel, sino un estado reversible”, afirma la experta en estética antiaging Gema Cabañero. Con esto queda claro que la deshidratación es un problema que puede afectar a cualquier tipo de piel, incluso a las pieles grasas. Los factores que la provocan van desde unas condiciones climáticas adversas hasta el no beber agua en cantidades suficientes pasando por desarreglos hormonales o el uso de cosméticos que no le van bien a nuestra piel.“El sistema de irrigación de agua falla y los tejidos cutáneos, en particular la epidermis, no reciben la cantidad de agua necesaria”, afirma Gema.

Por ello, el aporte de agua debe hacer desde el exterior, con cosméticos específicos ricos en ácido hialurónico y vitamina D que nos ayuden a reponer y retener el agua, pero también desde el interior. La propia Gema Cabañero incluye en su Plan de Re-Hidratación Global (en los centros Gema Cabañero) una dieta en la que no faltan los smoothies de frutas, los zumos, las verduras y los pescados a la plancha.

Otro de los grandes problemas al que nos enfrentamos cuando nos pasamos con el sol son las manchas. Existen cosméticos despigmentantes que pueden ayudarte a combatir el problema en casa, pero también hay soluciones estéticas más inmediatas, como el peeling químico. “Dependiendo de la profundidad de los daños que presente la piel se aplicará un peeling más superficial o uno más profundo, o incluso uno de tipo quirúrgico cuando el fotoenvejecimiento se encuentre en un grado medio alto”, nos explica Raquel García, directora de la Clínica Ibiza. “También puede usarse para eliminar arrugas muy marcadas, acné en estado cicatricial y pigmentación circunscrita”. Por otro lado, en el Instituto Médico Láser recomiendan diferentes combinaciones de láser y terapia fotodinámica para combatir de forma específica cada mancha, dependiendo de su tipología. “Los léntigos solares, esas manchas circunscritas que pueblan rostro, manos y escote a partir de determinada edad podrían eliminarse con 1 o 2 sesiones de láser Affinity Dual Q-Switched, mientras que para tratar esas manchas sobre elevadas con asiento en la dermis (queratosis seborréicas) se utilizaría el láser ablativo Active FX de CO2 en modo fraccional”.

*En la imagen de apertura, Ginta Lapina fotografiada por Guy Aroch. Estilismo de Juan Cebrián.