Historia reciente del cine: peinados que inspiraron el cambio
Del nuevo cine de culto a los ‘blockbusters’ olvidados, estas son las melenas más icónicas que se pasearon por la gran pantalla en la última década. ¿Lista para probar?
Del nuevo cine de culto a los ‘blockbusters’ olvidados, estas son las melenas más icónicas que se pasearon por la gran pantalla en la última década. ¿Lista para probar?
El bob de Adriana Ugarte en Julieta (2016)
El último largometraje de Pedro Almodóvar despojó a la actriz madrileña de su característica melena castaña para brindarle un bob ondulado, con flequillo ladeado y un llamativo (aunque algo artificial, todo hay que decirlo) color rubio. Aun así, estamos ante la prueba de que este corte favorece también a los rostros de facciones marcadas y que darle una oportunidad al rubio, al menos una vez en la vida, no es ningún drama. De todos los peinados que luce Julieta en los 100 minutos de metraje (pixie oxigenado de Ugarte y shag con flequillo de Suárez incluidos) este es nuestro favorito.
El rosa de Rachel Korine en Spring Breakers (2012)
No hará falta que te pegues las vacaciones de tu vida ni que seas groupie de James Franco en su versión menos apetecible para lucir este tono con dignidad. Tal y como demuestra Rachel, el rosa puede dar excelentes resultados para dulcificar el rostro o si tu melena está pidiendo un cambio radical a gritos. Apostándolo todo a este color o dejando que asome un poco de raíz, tú decides. Eso sí, cuida bien tu cabellera si no quieres que te suceda como a Korine, cuyo tono se desintegró con la misma facilidad que su personaje.
El estilo masculino de Macarena García en Blancanieves (2012)
Una vuelta de tuerca tan castiza (y algo macabra) al cuento de los Hermanos Grimm necesitaba un estilismo con carácter, capaz de salir a hombros por la puerta grande, y así fue. La belleza de Macarena García se ve ensalzada por este corte masculino de marcada raya al lado que juega a los contrastes gracias a las diferentes longitudes que regala este peinado garçon. En blanco y negro, versión muda y en plena faena, Macarena está de 10.
El recogido trenzado de Elle Fanning en The Neon Demon (2016)
La menor de las Fanning protagoniza este thriller bajo las órdenes de Nicolas Winding Refn (Drive, 2011) para ofrecernos una visión algo trastornada del mundo de la moda. A pesar de lo sombrío del asunto y de lo tétrico de la escena, el doble trenzado que adorna la parte superior de su cabeza nos regala un estilismo de lo más dulce, perfecto para un look de invitada esta primavera.
La permanente de Amy Adams en La gran estafa americana (2013)
A pesar de los sucesivos altibajos de drama y comedia, una cosa podemos decir con total seguridad: larga vida a la estética seventies. Una camaleónica Amy Adams (algo alejada del tono pelirrojo al que nos tiene acostumbrados, la verdad) presumía de tener una de las melenas más deseadas de los últimos tiempos gracias al escaparate de tendencias que supuso su personaje: ondas voluminosas, ondas deshechas, lisos casuales y la permanente rizada que aquí nos ocupa, capaz de robarle protagonismo a los recogidos de la mismísima Jennifer Lawrence.
El ‘bed hair’ de Penélope Cruz en Vicky Cristina Barcelona (2008)
Debería ser asunto de Estado la melena de nuestra actriz más internacional y es que, desde que tenemos uso de razón, Pe ha saltado de película en película presumiendo siempre de pelazo. Nos encanta con flequillo, apostando por unas ondas o en su versión ultra lisa, pero sin duda, la naturalidad que desprende este look effortless en la cinta de Woody Allen, se lleva la palma. Ni Vicky, ni Cristina ni Barcelona: aquí el Oscar fue para Pe y sabemos que su melena algo tuvo que ver.
Los tocados de Carey Mulligan en El gran Gatsby (2013)
Años 20, Nueva York y lujo a raudales. Esta es la premisa de la que parte la adaptación cinematográfica de Baz Luhrmann y el sentido que desprende cada uno de los estilismos recogidos en la película (merecido Oscar a mejor vestuario de por medio). Este bob ligeramente capeado sirvió para darle un toque moderno a la estética flapper de los años 20. La guinda: una diadema diseñada por Tiffany & Co. que se inspira en los modelos realizados por la joyería neoyorquina en los años 20 y que está valorada en 200.000 dólares. ¿Te atreverías a probarlo en versión low cost?
La coleta de Zooey Deschanel en (500) días juntos (2009)
En este año y pico de "chico conoce a chica pero más vale que sepas de entrada que no es una historia de amor" descubrimos a Summer (Zooey Deschanel) para inmediatamente caer rendidos ante su estética naíf y ultrafemenina. A pesar de los saltos en el tiempo (cosas de la narración no lineal) el flequillo tupido corona cada uno de sus estilismos: recogido voluminoso muy chic, look de niña buena con lazo incluido, coleta deshecha para un día de oficina… Sin embargo y ante esta infinidad de inspiración, nos quedamos con esta reivindicación preppy de coleta alta con lazo y maxiflequillo.
El 'beach hair' de Amanda Seyfried en Mamma Mia (2008)
Claro que todo sería más fácil si tuviéramos una larga y dorada melena fluyendo por las aguas del mar Egeo mientras es besada por los rayos de sol los 365 días del año, pero bueno, ahí queda el peinado de Sophie como inspiración para la temporada. Estas ondas deshechas que gritan verano a pleno pulmón nos servirán tanto para un paseo casual por la isla de Skópelos como para brillar en el día de nuestra boda ante nuestros tres posibles padres. Un spray de agua de mar y un secador con difusor harán el resto.
El extraliso de Amy Adams en Animales nocturnos (2016)
Con Tom Ford a las órdenes, imaginábamos que vestuario y maquillaje alcanzarían la excelencia tal y como demostró en su ópera prima A single man (2009). No nos equivocábamos. Además de un uso soberbio del color y la composición fotográfica, Animales nocturnos nos regala casi dos horas de una impecable Amy Adams donde ni la trama más oscura es capaz de perturbar su perfecta melena. Y cuando decimos perfecta, es perfecta. Si no, echadle un ojo a esa cabellera cobriza con marcada raya al lado que se desliza sobre su rostro con elegancia.
Las ondas de Blake Lively en Café Society (2016)
El último de film de Woody Allen es la excusa perfecta para hablar sobre la melena de Blake Lively, ya de por sí merecedora de aparecer en cualquier ranking de celebrities con pelazo que se precie. Esta vez es el Hollywood de los años 30 quien nos llevará a soñar con unas ondas al agua clásicas acabadas en sutiles tirabuzones. Para apuntarte al look retro, sólo tendrás que mejorar tu destreza con la plancha y si el peinado te resulta algo viejuno, podrás suavizarlo apostando por ondas más relajadas, sobre todo en las puntas.
El 'blorange' de Cecila Roth en Los amantes pasajeros (2013)
Pedro Almodóvar recurre a una de sus actrices fetiche para volver a colarse en la lista de peinados de película que necesitamos emular esta temporada. ¿Es este blorange con un marcado aire a lo Anna Wintour de lo mejorcito que nos dejó esta comedia española? Puede ser. Lo que sí queda claro es que esta combinación desenfadada aporta frescura y que Cecilia Roth sabe llevarla como nadie.
El 'garçon' de Emma Watson en Las ventajas de ser un marginado (2012)
Podríamos definir este look boyish como los vestigios de aquel corte que conmocionó a la prensa en 2010 cuando la joven Watson se despedía de Hermione Granger haciendo desaparecer su melena. Todavía no hemos encontrado un look que no cuaje a la perfección con la dulcificación en persona que es Emma pero este garçon se convirtió en un símbolo de lo diferente, del poder de la amistad y de lo realmente complicado que es ser adolescente, en la genialidad fílmica de Stephen Chbosky.
El chocolate de Sienna Miller en High Rise (2015)
La prueba de que, a pesar de ser una de las rubias más deseadas de Hollywood, elegir el tono de castaño adecuado puede ser todo un acierto. El personaje de Charlotte Melville se suma a este color en su versión más setentera: sobre una larga y luminosa melena a capas que juega con los volúmenes y desafía a la gravedad mediante recogidos excesivos. Estamos ante el look casual llevado a otro nivel.
El bob extraliso de Rosamund Pike en Perdida (2014)
Aunque su primer intento de cambio de look resulta ser un despropósito algo soso, lo que se insinúa como un nuevo caso de DIY lleva a Rosamund a bordar el corte bob con una precisión insultante y un color lleno de matices que ni siquiera su director David Fincher sería capaz de explicar. Eso sí, el peinado fue un éxito rotundo y su look uno de los más alabados en las alfombras rojas posteriores. Recuerda: extraliso, a la altura de la mandíbula y con la raya al lado. Acierto seguro.
El degradado de Kate Beckinsale en Underworld: Guerras de sangre (2016)
En la quinta entrega de la saga Underworld, Beckinsale vuelve a encarnar a Selene. Sin embargo, su característico lob despuntado sufre un giro inesperado (cosas del guíon) para marcarse un degradado que culmina en platino. Vampiros y licántropos aparte, es un contraste apetecible si buscas un cambio y no te atreves a oxigenar tu melena en su totalidad.
El capeado de Margot Robbie en El lobo de Wall Street (2013)
El papel que encumbró a la actriz australiana traía altas dosis de sensualidad implícita. Esas capas cargadas de volumen y matices dorados no sólo conquistaron a Leonardo di Caprio sino que nos hicieron suspirar cada vez que su cabellera rubia salía en pantalla. Si estás aburrida de las melenas lacias, ¿por qué no darle una oportunidad? Además, es más versátil de lo que crees ya que si lo peinas hacia atrás, concentrando el volumen en la raíz, tendrás un acabado sofisticado y muy natural.
El recogido de Kirsten Dunst en Melancolía (2011)
Parece mentira que tenga que venir Lars von Trier y montarnos la boda más incómoda en la que jamás hayamos estado para demostrarnos que un recogido puede ser igual de efectivo si se tiene el pelo corto. El corte platino de Justine (Kirsten Dunst) es tan inspirador que nos sirve tanto para un elaborado look de novia adornado con una diadema de perlas como para una media melena desenfadada antes de que acabe el mundo.
El flequillo de Kate Hudson en Guerra de Novias (2009)
Estamos ante un peinado sin misterio, algo noventero, pero que sirvió para confirmar que Kate Hudson no lleva décadas protagonizando la misma comedia romántica (algo similar a lo que nos sucede con Jennifer Aniston). Una muestra más de que añadirle un flequillo a tu look puede cambiar la percepción que se tiene de tu rostro por completo y si es con una melena extralisa como la de Kate, muchísimo mejor. Además, nos recordaba sospechosamente a su madre con este añadido. Todo un acierto.
El rapado de Anne Hathaway en Los Miserables (2012)
Si Anne Hathaway y Natalie Portman pudieron deshacerse de sus melenas, jugándoselo todo a una toma por exigencias del guion, y si Kristen Stewart pudo raparse la cabeza recientemente (se cree también que por motivos fílmicos) nada te impide dar el paso. Uno de los momentos más dramáticos del musical que adapta la novela de Victor Hugo es precisamente cuando se produce este corte. ¿El resultado? Anne pudo presumir largo y tendido de un favorecedor pixie.
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