No es la primera vez que escuchamos hablar de rejuvenecimiento genital; es más, nosotras ya llevamos bastantes años conviviendo con este tipo de mensajes. Una tendencia que habla de labios (vaginales) descolgados, necesidad de recuperación del tono, blanqueamiento vulvar... Sí, todo ello enfocado a, ¿por qué no?, recuperar o cambiar el aspecto de nuestra vagina por motivos estéticos y a veces médicos.

Pero si las vaginas bonitas y jóvenes se cotizan al alza, los genitales masculinos no iban a ser menos. Y es que, caballeros, la gravedad tiene esa manía de tirar hacia abajo de todo lo que cuelga. Por ello, inyectarse bótox en el escroto (la piel rugosa que recubre los testículos) es la nueva excentricidad estética que se ha puesto de moda. '¿Por qué?', se estará preguntando mucha gente; pues porque se supone que el bótox es capaz de alisar sus arrugas características y hacer así que los testículos parezcan más grandes. ¿Tiene algún sentido? Pues la mitad de la población aún se lo está buscando, mientras que la otra mitad, más acostumbrada a preocuparse por cuestiones de tamaño, le verá todo el sentido del mundo.

La técnica en cuestión es comúnmente conocida como 'scrotox' (¡juas!), viene de Estados Unidos (ahora lo entendemos todo) y, según el periódico británico The Mirror, el número de hombres que se ha sometido a esta técnica se ha duplicado en un año. Pero no todo es vino y rosas en esto de presumir de unos testículos aparentemente más grandes. Una sesión de 'scrotox' supera los 3000 euros, dura solo entre cuatro y seis meses, como cualquier otro tratamiento con bótox, y, ¡oh, lo sentimos!, no se permite mantener relaciones sexuales en las 6 semanas que siguen al tratamiento. Este último punto, junto con su desorbitado precio, es una de las cosas que más chocan entre los profesionales. Una sesión de bótox en la cara sale por unos 600 euros y solo se aconseja esperar unas 24 horas para realizar actividades como ir al gimnasio o correr y no masajearse la zona ni acostarse en las cinco horas posteriores al tratamiento. Pero en ningún caso se habla de mantener los músculos de la cara inactivos durante un mes y medio.

People, Fun, Animation, Cartoon, Animated cartoon, Interaction, Sharing, Fiction, Black hair, Fictional character, pinterest

Además, pueden surgir algunas complicaciones cuando se trata de pinchar bótox en esta zona del cuerpo. Mark Norfolk, director de la clínica Transform, declaraba al diario británico que “aunque ha crecido la demanda, nosotros no lo practicamos ya que hay posibles riesgos y complicaciones asociadas con el tratamiento de esta parte del cuerpo”. E incluso puede que no resulte del todo efectiva. “En términos de resultados, la inyección de bótox en el escroto puede ayudar con cualquier problema de sudoración, pero no tendrá mucho efecto sobre las arrugas ", explica. "Hay mucha piel suelta en esta parte del cuerpo que un tratamiento inyectable no puede cambiar. La única manera que hay para deshacerse de las arrugas excesivas y la piel suelta en el escroto de un hombre es someterse a una cirugía para extirpar el exceso de piel”, afirma Norfolk.

Pero no todos los especialistas lo ven tan negro. En un artículo para la revista Cosmetic Surgery Times, el doctor Jason Emer, cirujano en Beverly Hills, afirma que "a medida que el mercado de rejuvenecimiento vaginal se dispara, los hombres están buscando su propio tipo de rejuvenecimiento”. Porque, además de una preocupación por la apariencia del pene y del escroto,“¿quién no querría ser un poco más largo, más grueso, o tener más sensibilidad y una vida sexual mejor?”