Si preguntamos quién es la prescriptora juvenil más seguida en estos momentos, seguramente el nombre más repetido sería Emma Watson. La ínclita Hermione ha conseguido encarrilar una espléndida carrera cinematográfica, licenciarse en en Literatura Inglesa por la Universidad de Brown, dar un discurso sobre feminismo en Naciones Unidas que dejó boquiabierto al mundo entero con su poderío y, ahora, quiere que dejemos de considerar un tabú el vello púbico femenino. ¿Has puesto cara de asco o te has horrorizado aunque sea un poquito? Pues precisamente para luchar contra eso, Watson ha decidido abrir la boca.

Lo hizo en una entrevista hace unos meses. A las recurrentes y algo pesadas, según ha confesado en alguna ocasión, preguntas sobre sus preferencias en cosméticos, la actriz dejó boquiabierta a los redactores de la web de belleza Into The Glosscon una entrevista que mandó escrita de su propio puño y en la que pidió expresamente que por favor NO editaran ni cortaran su referencia a dos cosas. Una: que lleva desde los nueve años decolorándose el vello de su labio superior “no lo hago muy a menudo, pero lo hago. Por favor no editen ni corten esta parte”. La segunda era que, aparte de confesar que su abuela era pelirroja lo que hacía que su cabello fuera bastante indomable, la actriz contaba sin tapujos que utiliza el aceite Fur Oil en las puntas de su cabello y en su vello púbico.

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Obra de Petra Collins.

Emma Watson no se había vuelto loca, ni se ha convertido en una exhibicionista por hablar de algo a priori íntimo y de lo que no solemos hablar en público las mujeres. Lo que Watson estaba haciendo era un acto político feminista muy calculado: estaba, como quien dice, poniendo el vello púbico sobre la mesa. Ante la moda de depilar todo el vello de pubis, algo contra lo que se manifiestan los médicos ya que no se cansan de recordar que el pelo impide infecciones, la actriz deja claro con sus palabras que ella apuesta por dejarlo crecer. Pero además y, mucho más importante, tira una lanza a favor de normalizar hablar del vello femenino, reconocer que lo tenemos y que no pasa nada. Unas se lo quitan y otras no, lo importante es normalizarlo y dejar de avergonzarnos porque, la verdad, a la mayoría nos da corte hablar de ‘eso, a no ser que estemos con amigas. Y ‘eso’ puede ser teñirte el ‘bigote’, depilarlo o tratar de domar tu vello púbico. En la línea de Watson se han manifestado otras actrices como Gwyneth Paltrow, otra seguidora de Fur Oil que recomienda si te “gusta llevarlo natural” ya que trata los folículos pilosos para tener menos pelos enconados en la línea del bikini.

La idea que subyace es que no hay nada feo, desagradable o sucio en nuestros vellos, tampoco en el púbico. No es nuevo y es una idea que gana adeptas entre las más jóvenes por todo el mundo. Ya lo apuntaba la gran Lena Dunham en la serie Girls, donde mostraba imágenes de las protagonistas -incluyéndose a sí misma- con sus “matojos” al aire. Además, muchas instagramershan contraatacado con retratos de los suyos (que desaparecen en cuanto la red se da cuenta) y la fotógrafa Petra Collins consiguió el vello púbico viral, al prohibírsele una foto que publicó en Instagram en la que se veían sobresalir unos pelillos de sus bragas. Collins escribió un ensayo que publicaron varios medios en el que reconocía que se había quedado en shock por la censura de su foto y confesaba que había borrado su cuenta porque consideraba que no había hecho nada malo. “No hice nada que violara los términos de uso. No había ninguna desnudez, violencia, pornografía, imágenes ilegales, odiosas o infractoras. Lo que sí tenía era una imagen de MI cuerpo que no cumplía con el estándar de "feminidad" de la sociedad (…) una línea de biquini sin afeitar. Hasta este momento, obviamente había visto y sentía la presión para regular mi cuerpo, pero nunca pensé que literalmente lo experimentaría”, explicó la fotógrafa.

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Por mucho que muchos y muchas se lleven las manos a la cabeza, lo cierto es que la guerra al vello está en alza. Y no precisamente para quitárselo, sino todo lo contrario-vale, nos educaron así pero el progreso consiste también en superar los dogmas educativos-. Además de esas blogueras que se lo han dejado crecer para contarlo en sus redes, las jóvenes estadounidense han ido aún más lejos y están haciendo tambalearse la mismísimas ventas de maquinillas de afeitar que han bajado un 5% en el país. A eso se une que en los Estados Unidos el 52% de las jóvenes consideran ya que depilarse no es sano y se preguntan por qué tenemos que quitarnos nuestros vellos, los femeninos, cuando los chicos lucen los suyos sin problemas. Solo cuestionarlo supone ya una victoria para lasmillennialsfeministas, pero además el descenso de ventas puede suponer un drama para la industria del depilado (aunque por otra parte, seguro que ya habrán olido a nuevo nicho de mercado) y una seria llamada de atención. Como más de uno habrá entendido a estas alturas, no se trata solo de vello, sino de igualdad. Y en ese camino estamos. Así que, amiga lectora, prepárate porque quizá la próxima vez que nos encontremos te preguntaré con total naturalidad, y tu, ¿cómo cuidas tu vello púbico? O tal vez me lo preguntes antes tu a mí.