Hemos asumido como verdad verdadera que, cuando la cara cae, no queda más remedio que dar un tironcito en quirófano. Sin embargo, no siempre es necesario ya que para el rostro hay multitud de técnicas estéticas (sin bisturí) que mantienen la juventud de la piel, el tono muscular y otros factores que se deterioran con el paso del tiempo. Es en el cuerpo donde está la bestia negra. Sin tener que ver con el exceso de peso o las malas costumbres, en ocasiones la flacidez acampa a sus anchas sin que dieta, ejercicio y tratamientos estéticos puedan hacer nada por solucionarlo. Las zonas que tienden a perder turgencia antes son el abdomen, la parte interna de los muslos, los glúteos y los brazos. Porque una cosa está clara: el tiempo no perdona.

"La flacidez corporal llega a todos, antes o después, básicamente por el paso de los años, pero lo hace de forma más rápida en mujeres que, después de engordar, pierden peso", explica la doctora García Maroto, directora del departamento de medicina estética de la Clínica de la Fuente de Madrid (915638464). ¿Las causas más extendidas? Además del paso del tiempo, los cambios bruscos de talla. "La zona abdominal se vuelve más flácida después de los embarazos", explica García Maroto. Lo mismo ocurre con los pechos, debido al cambio de tamaño que experimentan antes y después de la lactancia. Pero hay otros motivos: "La zona glútea, por ejemplo, cae por efecto de la gravedad porque el músculo pesa mucho; igual ocurre con los brazos y muslos. Se les caen hasta a las jovencitas porque no hay un sustento fuerte de la piel que cubre el tríceps o el aductor ", apunta la doctora.

"La cara interna de muslos y brazos, con la piel más fina que otras zonas del cuerpo, se descuelga, se afloja y se ondula, sin que las técnicas convencionales puedan hacer mucho al respecto", señala la doctora Almudena Royo Pérez, Médico Estético, Jefe de la Unidad de Medicina Estética Corporal de IML en Madrid (917024627). Con todo esto se deduce que, para evitar y/o combatir la flacidez, hay que vigilar mucho las oscilaciones de peso, reforzar la piel con los activos adecuados y tonificar el músculo para que no caiga por su propio peso, obligando a la piel a ceder. También se deduce que, llegado el momento en que ves que no has sido capaz de prevenir, entonces hay que curar. Someterse al corte y confección. Hoy día, la cirugía plástica corporal está muy perfeccionada y proporciona soluciones impecables, rápidas y duraderas. Revisemos las posibilidades, zona a zona:

Para levantar el pecho caído: mastopexia
En esta operación se actúa sobre la piel que cuelga y, si es necesario, se aumenta un poco el volumen rellenando de grasa propia obtenido en una liposucción previa. La mastopexia o pexia mamaria sólo se lleva a cabo si el volumen de la mama es armónico, pero ésta luce caída. "Consigue poner el pecho en su lugar de origen y le devuelve la forma, posición y turgencia", explica la Dra. Isabel De Benito, co-directora de la Clínica Porcuna&DeBenito en Madrid (915630740). ¿Cómo la levantan? Extirpando la piel sobrante y recolocando areola y pezón, ya que cuando estos apuntan hacia abajo es cuando la sensación de pecho caído es mayor. A veces interesa aumentar el volumen y proyección de la mama mediante una prótesis o a través de rellenos de grasa. En este caso, se busca quitar grasa de donde sobra para ponerla, una vez purificada, en zonas donde se requieren un aumento de volumen.

Para que los brazos no cuelguen: braquioplastia
El poco trabajado tríceps, sumado a un colágeno y una elastina cada vez más exiguos con los años, hacen que la parte posterior del brazo se descuelgue. El Dr. Ángel Juárez, Jefe de la Unidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora del Hospital La Zarzuela en Madrid (913070434), apuesta por la técnica en la que elimina el exceso de piel y grasa de las extremidades. La cicatriz queda perfectamente oculta en la cara interna del brazo. Si hay que quitar grasa y la cantidad es pequeña, se puede hacer una liposucción que deja una mínima señal en la piel. El procedimiento dura aproximadamente 2 horas y requiere, por lo general, anestesia total. Un día después de la intervención, se retiran los drenajes y, a la semana, los puntos de sutura.

Para la flacidez en la tripa: lifting abdominal
La Dra. Josefina Royo de la Torre, co-directora de IML explica: "Esta operación suele incluir una resección de sobrante de piel y también lo que se denomina 'tiempo muscular', para corregir la insuficiencia de la faja muscular abdominal que suele estar dilatada, incapaz de mantener en su sitio el contenido abdominal, causando la protusión del abdomen hacia delante. Si hay mucha piel que eliminar, se habrá de confeccionar un nuevo ombligo. El precio ronda los 7500€.

También existe la posibilidad, cuando el problema es sólo de ombligo para abajo, de hacer lo que se llama un 'tummy tuck'. Determinada genéticamente, esta curva indeseada que empeora con los embarazos, aumenta con los ciclos de la mujer y no responde a la dieta o el ejercicio, se puede eliminar también. El Dr. Chamosa (915552509), cirujano plástico, la lleva a cabo, eliminando la piel sobrante, al tiempo que refuerza la faja muscular, en una cirugía ambulatoria de sólo dos horas. Para hacerla, no es necesario el ingreso hospitalario, ya que se hace con anestesia local más sedación. Son necesarias 6-7 horas de recuperación antes de abandonar la clínica. La paciente sale del quirófano con una faja especial, reforzada con un vendaje. La faja abdominal habrá de llevarse durante 21 días. La sutura deja una mínima cicatriz, se reabsorberá en 2 ó 3 semanas, justo cuando el edema comienza a desaparecer. Cuesta a partir de 2.800 €.

Suturas para levantar los glúteos
La moda ha cambiado el gusto de las españolas. Ya no quieren traseros diminutos, fruto de una liposucción tras otra, sino que buscan intervenciones dirigidas a un aumento del volumen. El Dr. Orestes Fernández, director del equipo de cirugía corporal del Instituto Javier de Benito (932530282), afirma que perder peso con dietas y ejercicio no suele ser suficiente cuando la grasa tiende a acumularse en la zona de la cartuchera. Es más, si se intenta perder mucho peso, la piel pierde turgencia y el glúteo cae. Mediante suturas y rellenos, se puede levantar la zona glútea sin necesidad de aumentar el tamaño. De este modo, se extrae grasa del propio paciente, y se infiltra en la zona de los glúteos. Para este tipo de intervención es necesario que el paciente disponga de depósitos de grasa suficientes. Esta técnica suele complementarse también con las suturas Silhouette Soft para tensar la piel del tercio inferior de los glúteos. El tiempo de recuperación es de una semana. Una precisión: como la grasa puede reabsorberse más en un sitio que en otro, es necesario disponer de depósitos extra de grasa en el mismo paciente para una posible revisión. El precio aproximado es de 5.000 a 8.000 €, según valoración individual del paciente.

Lifting crural para los muslos flácidos
La flacidez en la cara interna de los muslos, con o sin grasa acumulada, es un deslizamiento de las partes blandas que se produce por la escasa consistencia de la dermis en la zona y la acción de la gravedad a lo largo de los años. La falta de ejercicio y las variaciones de peso contribuyen al estiramiento de una piel que cede y finalmente se colapsa, mostrando un relieve irregular, que a menudo se confunde con celulitis. El Dr. Chamosa (915552509) ha creado unos gestos nuevos en quirófano que mejoran la intervención tradicional y eliminan las feas ondulaciones que delatan el descolgamiento de los muslos pero, sobre todo, evitan el descenso de la cicatriz fuera del biquini.
El primer gesto es la incisión, que se lleva a cabo desde la ingle hacia arriba, en paralelo al pubis, para continuar luego hacia el costado. Esta técnica resulta clave para que la fuerza descargue en la tripa y no en los genitales que, de otra manera, se abren y pierden su forma original. El segundo tiene que ver con el anclaje de los tejidos descendidos, que se reposicionan y se sujetan a los alrededores del llamado tubérculo genital (tendón de los abductores). Se trata de traccionar las partes blandas hacia arriba, cosiéndolas a esta estructura fija que se sitúa en la cara interna de la ingle, mediante un mínimo de tres puntos con hilo trenzado no reabsorbible, de especial resistencia. Una vez realizado este trabajo estructural a nivel interno, se elimina la piel sobrante y se realiza una sutura intradérmica (hilván) reabsorbible. La operación se lleva a cabo con anestesia total o epidural con sedación. Durante tres semanas hay que llevar una faja de cintura a rodilla. Cuesta 5.000 €., aproximadamente.

Para rodillas envejecidas, genuplastia
Las rodillas son una de las partes del cuerpo que más delata la edad y, además, se ve afectada por los cambios de peso o las manifestaciones hormonales en la mujer, aumentando su volumen y perdiendo la elasticidad en la piel. La acumulación de grasa es la principal causa de flacidez y, con ella, aparecen arrugas alrededor de la rótula. El procedimiento para estirarla es sencillo: Se infiltra en la zona un anestésico y vasoconstrictor para evitar el dolor y disminuir la posibilidad de sangrado o aparición de hematomas. Mediante el uso de cánulas de aspiración, que se introducen por unos orificios muy pequeños y prácticamente invisibles, se elimina la grasa. Finalmente se aplica un vendaje semi-compresivo. La paciente puede incorporarse a su vida normal entre las 24 y las 72 horas siguientes a la operación usando una prenda compresiva en la zona intervenida. El precio varía hasta los 2.000 €., incluyendo los gastos hospitalarios. La realizan en el Instituto Tapia (932376643).