Muy normal no es. Ni ella –Gwyneth Paltrow– ni su rutina (de belleza) de viaje. En una reciente entrevista para The New York Times, la fundadora de Goop ha compartido cuáles son sus hábitos cuando está sobrevolando el mundo. Para sorpresa de todos, Paltrow no ha mencionado ni los zumos verdes ni su obsesión por las dietas detox; en su lugar, ha dado un par de consejos que sí son gratamente accesibles. Esta vez sí.

Por ejemplo, la rutina regular de Paltrow para viajar en avión:

"Puedo beber litros y litros de agua, y tengo una bolsita de vitaminas que muchas veces incluyo. También procuro hidratar mi piel y ponerme una mascarilla. Intento no comer comida basura; ensalada y fruta mejor. Si el vuelo es nocturno, bebo whisky o una copa de vino y duermo; si vuelo de día no. Una vez en tierra busco una sauna para sentarme durante 20 minutos y sudar todos los gérmenes del avión".

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Bien. Quizá el zumo no –el suyo, de Goop, cuesta al rededor de 100 dólares–. El vapor tampoco –una sauna no es lo primero que la mayoría de la gente busca cuando aterriza–. Lo de la hidratación y el copazo de vino obviamente nos lo apuntamos.

¿Y qué hay acerca de los hábitos alimenticios y del ejercicio? Paltrow responde:

“Si estoy en París, por ejemplo, prefiero echar a andar y descubrir algo sorprendente que estar atrapada en la cinta de correr del hotel”.

El menú de viaje de Paltrow es del todo asombroso. Atención:

“Cuando viajo me permito comer prácticamente cualquier cosa. Ya tendré tiempo de preocuparme cuando vuelva a casa. No puedo ir a París y no comerme un croissant. Me encanta la pasta italiana, el pan y el queso de España y el vino de todas partes. En lo de saltarse la dieta hay que ser flexible de vez en cuando, más por el bien mental que por el físico”.

En lo que respecta al equipaje, Gwyneth sólo lleva “lo esencial”. Nada de excesos. Y es que, al parecer, Paltrow es tal y como cualquier mortal. Más o menos.

Vía: Harper's BAZAAR US