Ver a Miley Cyrus luciendo unas axilas más que pobladas de vello no nos extraña. Hemos visto a Miley haciendo tantas cosas desde que dejó atrás a la lozana Hannah Montana... Tampoco nos extraña demasiado cuando la que aparece es Madonna presumiendo de lo mismo en su cuenta de Instagram, llegando incluso a pensar que hay quien hace lo que sea con tal de no ser eclipsada por las nuevas generaciones. Pero, de repente, Lena Dunham, actriz y guionista de la serie Girls y autora del libro Not That Kind of Girl (en nuestro país, “No soy ese tipo de chica”, editado por Espasa) anuncia que va a dejar de depilarse las axilas, dentro de una lista de propósitos para el verano en la que también incluye los rayos UVA, pero solo “de rodillas para abajo” o mantener sus “ovarios funcionando adecuadamente”.

¿Ironía? Posiblemente, aunque también algo de crítica y, por supuesto, de realidad. Precisamente su serie Girls ha creado debates sobre cuestiones de carácter feminista como si las mujeres debemos depilarnos o no, e incluso la misma Dunham, feminista declarada, ha comentado en más de una ocasión que ella no se depila siempre las piernas porque no cree que le haga falta. Pero no se trata solo de Lena Dunham.

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Julia Roberts luciendo vello en la alfombra roja.

Quizás el caso más reciente sea el de Jemima Kirke (también protagonista de Girls) en la gala de los premios CFDA. Ante el aluvión de críticas al respecto ella misma respondió: “Es mi decisión personal. Una vez dicho esto, ¿podemos dejar de hablar de axilas?” Todos recordamos también el estreno de Notting Hill, en el año 1999, cuando una Julia Roberts que estaba en lo alto de su carrera recibió un aluvión de críticas por acudir a la alfombre roja con las axilas sin depilar debajo de un vestido de lentejuelas. Drew Barrymore, nuestra Penélope Cruz, o Cameron Díaz son otras celebrities que han mostrado pelo sin complejo. La propia Cameron, en su libro sobre belleza dedica un capítulo entero al tema de la depilación y afirma que nunca jamás volverá a hacerse la línea del bikini: “Personalmente, la idea de la depilación permanente con láser me parece una tontería”. Y Sofía Loren, icono de la sensualidad, fue de las pioneras en lucir axilas con vello.

¿Estamos realmente ante una cuestión de feminismo?

“Pues que la que quiera que se depile y la que no, que no lo haga”, ¿verdad? Ojalá viviésemos en una sociedad en la que todo fuese tan sencillo, porque ¿somos realmente libres a la hora de elegir si nos depilamos o no? Esta duda es la que plantea la teoría feminista. Parece mentira que en pleno siglo XXI, en lo que se supone que es la edad dorada de la emancipación y el emponderamiento femenino, no seamos libres para tomar una decisión tan sencilla sobre nuestro propio cuerpo como la de ir depiladas o con las piernas al natural, pero así es. Porque ¿quién no ha sentido un remordimiento de conciencia al querer lucir esa falda nueva o ese tank top espectacular con unos pelillos de más? Y no estamos hablando del vello que podemos tener después de un invierno a la sombra, no; estamos hablando de la conciencia exagerada que tenemos las mujeres sobre la longitud de cada uno de los pelillos de nuestro cuerpo, que según todas las doctrinas sociales no deberían estar ahí pero que, natural e inevitablemente, ahí están.

Los hombres tienen más libertad en lo que hacen con sus cuerpos.

Y las que decidimos depilarnos, ¿lo hacemos por estética o hay algo más? La mayoría contestaremos de primeras, que sí que es la estética la que se impone, que son mucho más bonitas unas piernas perfectamente depiladas y suaves, que queda mucho mejor llevar camisetas sin la necesidad de lucir también un incómodo matojo de pelo, pero también hay que reconocer que hacemos todas estas afirmaciones en la base de una educación y presión social que nos dice cómo tiene que ser nuestro cuerpo para ser bonito. Un canon de belleza impuesto al género femenino ¿O acaso se dice que un hombre huele mal porque no va depilado? Es curioso que nunca se esgrima la necesidad de ir limpio y oler bien para imponer socialmente que los hombres también se depilen, pero sí que se tacha de poco higiénicas a las mujeres que no lo hacen. Por ello puedes depilarte o no, pero de igual manera que puedes ponerte la ropa interior encima de la ropa de calle: hazlo, pero no es lo correcto y te vamos a juzgar por ello.

Por ello, la abogada Xiao Meili, especialista en derechos humanos y promotora del hashtag #armpithairdontcare, declaraba al New York Times que “Los hombres tienen más libertad en lo que hacen con sus cuerpos. Yo sólo estoy diciendo que si alguien no quiere depilarse, los demás no tenemos porque afirmar que sea repulsivo, antihigiénico, salvaje o poco femenino".