En Reino Unido ya se han plantado. Si nadie hace nada por sus niños, se tendrá que ocupar el parlamento. Como parte de su lucha contra la obesidad hace semanas aprobaron un impuesto a los refrescos azucarados. Afectará a las bebidas con más de cinco gramos de azúcar por cada 100 mililitros y quedarán exentos los lácteos y los zumos de frutas (sobre todo controlará los refrescos y bebidas isotónicas). Tienen dos años para ponerse la pila, ya que la medida entrará en vigor en abril de 2018. El impuesto no tocará el bolsillo del consumidor pero sí el del fabricante, al que se responsabiliza de este exceso de azúcar al que están expuestos los niños. Los que somos padres sabemos que ésa es una responsabilidad nuestra, pero no está mal que, de origen, haya un control en lo que se vende. Más cuando son bebidas que, en muchos casos, están pensados para que los disfruten los niños. Para no dejar la otra pata colgando, el extra que recauden con este nuevo impuesto, se destinará a financiar actividades deportivas en los colegios. Todo este esfuerzo tiene su razón de ser en que la obesidad en la infancia es mucho más que un problema de nutrición o de simple imagen. Para la OMS supone uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI, que está afectando de forma preocupante también en España (somos el segundo país de la UE). El niño obeso de hoy será un enfermo grave de adulto y esto tendrá un efecto demoledor para la sociedad. La responsabilidad es de todos (padres, colegios, administración, marcas, médicos…), y entre todos podemos y debemos ayudar a prevenirla. Menos azúcar, menos alimentos procesados y más actividad tiene que estar en el pensamiento de cualquier padre que teme que su hijo pueda caer en las redes de la obesidad. Esta enfermedad tiene ya mucha penetración en Reino Unido, pero más en España, donde un 20% de los niños sufren de esta condición.

¿Por qué es tan malo el azúcar?

Básicamente, porque sus contraindicaciones van mucho más allá de las calorías que aporta. Provoca adicción, nos conduce a varias enfermedades, envejece y provoca cansancio y falta de energía. Es urgente ir reduciéndolo y no es tarea fácil. Aunque hay productos en los es fácil detectar un alto nivel de azúcar, como los dulces o el chocolate, también hay una lista interminable de alimentos procesados aparentemente no azucarados, que contienen este ingrediente encubierto – tomate frito y ketchup, salsas, barritas de cereales, fiambres, sopas, zumos, etc-. La Dra. May del Río, experta en nutrición de la Clínica Rocío Vázquez de Sevilla (954980055) nos explica el porqué es necesario reducir el consumo de azúcar:

1.Facilita la aparición de diabetes tipo II y colesterol

“Aunque nos han insistido desde hace años en dejar de lado las grasas saturadas, lo cierto es que los azúcares también son grandes enemigos si queremos reducir el colesterol malo o LDL”, advierte la Dra. May del Río. Un primer consejo es ir reduciendo el azúcar de mesa en café, infusiones o zumos. Hay que reducir el consumo de bebidas azucaradas como zumos o refrescos. “No se trata de sustituir el azúcar por edulcorantes, sino de aprender a descubrir el sabor natural de los alimentos sin tener que endulzarlo todo”, añade.

2.El azúcar perjudica a órganos, tejidos y vasos sanguíneos

“La fructosa es un componente del azúcar que se le añade a innumerables productos procesados. Con el tiempo, una dieta alta en fructosa va acumulando grasa en el hígado. También las enfermedades cardiovasculares están muy relacionadas con el sobrepeso, la diabetes tipo II o la hipertensión. El exceso de azúcares y como consecuencia, los niveles altos de insulina, tienen mucho que ver con todas estas patologías”, alarma. Para evitarlo, es muy recomendable revisar con detenimiento los ingredientes de los productos que compramos y no dejarnos llevar por la simple apariencia de saludables -panes de molde de cereales, las barritas energéticas, los zumos de frutas o muchos de los productos considerados light-.

3.El azúcar crea adicción… y ganas de comer

Suena muy peliculero, pero es cierto: el azúcar es una nueva droga del siglo XXI. Numerosos estudios han confirmado que si acostumbramos a nuestro cuerpo a tomar azúcar y un buen día decidimos dejarlo, experimentaremos síntomas propios del síndrome de abstinencia. Y es que el azúcar provoca la liberación de sustancias químicas del centro de placer del cerebro, como los opioides y dopamina. “Para dejarlo hay que ser paciente y resistir esos primeros momentos de debilidad, que suelen ser más fuertes durante la primera semana. La fuerza de voluntad es importante en nuestra vida en general, pero cuando hablamos de salud se convierte en imprescindible”, asegura la Dra. Del Río. Por otro lado, piensa que si tienes hambre a todas horas, no te sientes saciado con nada y sufres cierta ansiedad por la comida, probablemente es porque consumes más azúcar de la que deberías. La explicación científica es que la fructosa presente en los azúcares reduce la función de la hormona leptina (responsable de informar al cerebro de que ya has comido lo suficiente). Esta es una de las razones que provoca ese hambre ficticio e injustificado.

¿Cómo hacer para quitar el azúcar de delante?

El orientador en salud, experto en nutrición y quiropráctico Ata Pouramini te ayuda a encontrar el azúcar oculto y te da diez consejos para reducir el azúcar de tu dieta:

1. Lee la etiqueta: Si buscamos sólo la palabra azúcar, a veces no la encontraremos y tenderemos a pensar que el producto es bajo en calorías y saludable. “La no comprensión de los etiquetados de muchos productos nos hace creer en la inocuidad de los mismos en cuanto a su carga de azúcar. Por eso, es necesario conocerlos y, a ser posible, eliminarlos de la cesta de la compra. Toma nota de los más empleados: Fructosa, sirope de ágave, sirope de maíz y miel”, señala Ata Pourami. Atención también con la indicación “azúcares añadidos”. Son los que se incluyen, por ejemplo, en la fruta enlatada. A veces se conserva con sirope (a eso se refieren con azúcares añadidos) y no el propio zumo del alimento.

2. Busca lo natural: No compres zumos envasados si quieres reducir el azúcar. Tienen mucho y, además, no siempre natural. La fruta natural tiene azúcar. Por su riqueza en otros componentes saludables necesitamos comerla, pero, ¡ojo!, mejor la menos dulce. Releguemos pues al plátano, el mango o la sandía si, además, queremos perder peso.

3. Pásate a los hidratos integrales: pan, arroz y pasta.

4. Consumoe grasas saludables que te ayudan a mantener los niveles correctos de azúcar, evitando los picos de insulina y sus efectos indeseados y peligrosos.

5. Busca el sabor dulce en aderezos hipocalóricos como extracto de vainilla, cítricos, canela , polvos de jengibre y nuez moscada.

6. El xylitol y la estevia son mejores edulcorantes que la sacarina. El azúcar moreno, mejor que el blanco.

7. Ni se te ocurra eliminar de golpe el azúcar de tu dieta. Debes acostumbrar a tu organismo poco a poco para evitarle peligrosas bajadas de insulina.