Historia de la música (y del maquillaje) en 10 momentos clave

La erótica que destilaban los bailes de Josephine Baker cautivó al público del París de los locos años 20, convirtiéndola en una estrella de la música y los cabarets, llegando a ser la americana de más éxito en Europa. Amiga y musa de muchos artistas de la época como Picasso y escritores como Scott Fitzgerald, su look jugaba con el pelo corto de las flappers, pero pegado a la cabeza y con un aspecto húmedo, algo que conseguía a base de claras de huevo.

Para conocerla, escucha 'Bésame mucho'

Las melenas de aspecto húmedo llevan con nosotras desde hace unas cuantas temporadas, tanto en invierno como en verano, pero es este look de prada el que más nos recuerda a la cantante. “La mujer de este desfiles es fuerte, es independiente”, afirma Pat McGrath, make up artist responsable del look. “Los labios rojos son sinónimo de valentía y fuerza”. En lo que se refiere al pelo, Guido Palau, creador del look pone énfasis en la textura. “La textura es algo que solo podemos ver en pelo que no se ha lavado, perfecta para romper el toque clásico que podría tener este look”

Los años 50 del rock&roll, el doo-wop, el rockabilly y el R&B vinieron acompañados de una estética propia en la que el tupé era la moda de unos cuantos. Pero no fue hasta el éxito de Elvis Presley, cuando esté peinado se popularizó entre prácticamente toda una generación de jóvenes que quedaron fascinados con las canciones y los golpes de cadera de El Rey. Propio del estilo de los jóvenes de barrios obreros, que buscaban revelarse contra los valores excesivamente conservadores de sus padres, el tupé se convirtió en un icono en sí mismo. Ha sobrevivido a la muerte de Elvis, gracias a la llegada del psychobilly en los 80, y ha llegado hasta nuestros días de la mano de otros músicos como, por ejemplo, la cantante Janelle Monae.

Para conocerle, escucha 'Heartbreak Hotel'

Moviéndose entre lo femenino y lo masculino, Dolce & Gabanna apostaron por el tupé como clave del look de las modelos que representaban la masculinidad del desfile. Los acabados semi húmedos sirven tanto para fijar el peinado como para añadirle la textura correcta.

Sin duda, la homogeneidad que lucieron los Beatles en sus primeros años fue uno de los puntos que marcó su carrera. Su corte de pelo, no fue solo una seña de identidad, también un símbolo de rebeldía y modernidad, que al no gustar a los padres se convirtió en el peinado preferido tanto de chicos como de chicas de la generación de los 60. ¿Pero quién tuvo la idea de lucir este corte? Pues el culpable fue el primer bajista de los Beatles, Stu Sutcliffe, a quién su novia cortó el pelo de este modo inspirándose en la película 'Orpheus' de Jean Cocteau. La primera reacción de la banda fue la de reírse de su compañero, pero poco después, John y Paul decidieron adoptar el mismo corte de pelo. Cuando Ringo se unió al grupo, tenían una imagen tan definida que aceptó afeitarse y cambiar su peinado para no romper la estética de la banda.

Para conocerlos, escucha 'Twist & Shout'

David Delfín siempre ha sido amante de los looks andróginos, por eso no nos extraña ver en sus desfiles a modelos con el pelo corto. Pero el corte tazón de su desfile de P/V 2010 nos recordaba especialmente al cuarteto de Liverpool, no solamente por el tipo de corte, también por el maquillaje en clave pop que lucieron sus modelos.

Muchos fueron los looks que David Bowie lució a lo largo de su carrera musical, pero la otra cara del Duque Blanco fue quizás la más transgresora de todas: Ziggy Stardust, su primer alter ego, un extraterrestre andrógino que llegaba a la Tierra a predicar el fin del mundo. Bowie se inspiró en el cantante británico Vince Taylor, que salía al escenario maquillado y cuyos movimientos espasmódicos le impresionaron notablemente.

Para conocerle, escucha 'Ziggy Stardust'

El homenaje de Jean Paul Gaultier a la música es casi constante en todos sus desfiles. Hemos sido testigos de su amor por Madonna, Boy George y Michael Jackson, entre otros, pero el caso de Bowie fue especialmente emotivo. Las Ziggy del desfile de Gaultier cumplían con todas las características del marciano: desde su pelo rojo hasta su maquillaje en tonos chillones.

Y es que la estética no se forma solo con elementos visuales. Malcolm McLaren no dudó ni un segundo a la hora de sacrificar el talento de otro posible bajista con tal de tener a Sid Vicious dentro de los Sex Pistols. El carisma y el temperamento de Sid casaba a la perfección con la estética que, tanto él como Vivienne Westwood, tenían en mente para los abanderados del punk en la Inglaterra de los años 70. Sid se convirtió en la imagen y el máximo exponente de un movimiento musical, pero también social que, en plena era Tatcher, predicaba la anarquía en el Reino Unido. Pelo de punta, tachuelas, tartán, cuero, cadenas... Todo valía siempre que sirviese para molestar y escandalizar a todo tipo de autoridad.

Para conocerlos, escucha 'Anarchy in The UK'

La reina del punk siempre dota a sus modelos con unos looks arriesgados y transgresores, con el espíritu punk que, junto a McLaren, creó en los 70, con una gran carga estética, pero sin dejar de lado la actitud adecuada. Ya sea manifestándose encima de la pasarela contra el TTIP o en favor de la protección de los casquetes polares, Vivienne Westwood sigue manteniendo su alma anti-sistema.

En este caso, el alma de Sid Vicious reside en este peinado alocado, despeinado y con volumen. El trabajo de cardado y la textura son dos claves imprescindibles a la hora de recrear el look.

La primera vez que Debbie Harry se tiñó de rubio solo tenía 12 años y lo hizo en su propia casa con ayuda de una amiga. Ahí selló su destino en Blondie, la banda de punk rock que la convirtió en un icono de la moda. La mayoría de sus looks se los debe a Stephen Sprouse, antiguo vecino suyo, con un sentido de la estética más sobrio que el del punk británico de Vivienne Westwood y Malcolm McLaren, más al estilo de The Ramones, Iggy Pop y otras bandas del punk americano.

Para conocerla, escucha 'Call Me'

La melena de la modelo Marjan Jonkman en este desfile de Gucci es 100% Debbie Harry. Rubia platino, a la altura de los hombroscon flequillo y con un toque messy. Un estilo perfecto que también han copiado otras mujeres del rock como Courtney Love.

Que el estilo andrógino y glam de Boy George llamase la atención de Malcolm McLaren no le extraña a nadie. En 1982 se dio a conocer con el grupo Culture Club y más tarde prosiguió su carrera en solitario. Sus looks coloridos y su maquillaje marcado, siempre destacando cejas y pómulos, fueron una parte fundamental de su éxito en los años 80, cuando la estética importaba los mismo (o incluso más) que el talento. Un look inconfundible que jugaba con la androginia hombre-mujer al estilo que ya había marcado Bowie con anterioridad.

Para conocerle, escucha 'Karma Chameleon'

El look corresponde a un momento de vacío temporal en el puesto de director creativo de maquillaje de Chanel, entre la renuncia de Peter Phillips y la llegada de Lucia Pica. Aún así, los brochazos de colorete rosa y las cejas súper marcadas en un tono oscuro, junto con los tocados a modo de sombrero del mismo estilo que utilizaba Boy George, son una clara referencia al cantante.

Ninguna diva del pop se ha reinventado tanto como Madonna, por lo que elegir uno de sus looks para representarla en la historia de la música, todos transgresores, influyentes e imitados a partes iguales. Madonna siempre se ha rodeado de diseñadores como Ricardo Tisci, Versace, Gucci o Dolce & Gabbana. Pero si hubo una prenda y un diseñador que marcaron su relación con la moda fue el corset con forma de cono de su amigo Jean-Paul Gaultier, que en los años 90, durante su Blond Ambition Tour, compartió protagonismo con ella sobre el escenario. Su melenita rubia y rizada, a lo Marilyn Monroe, pronto se convirtió en uno de los cortes de pelo más copiados de la década.

Para conocerla, escucha 'Vogue'

La melenita corta y rizada de Madonna tiene una clara inspiración: Marilyn Monroe. Madonna sabía lo que se hacía cuando eligió este look, encarnando la imagen de uno de los grandes mitos eróticos del s.XX para convertirse ella misma en otro. Un estilo de melena, mil veces copiado y mil veces reinterpretado, como en este caso. El mismo corte, el mismo peinado pero con un rizo un poco más apretado. Un peinado versátil que permite encarnar, según las circunstancias, el papel de mujer dulce o de femme fatale. La elección es tuya.

El girl power no solo revolucionó el mundo de la música, también puso patas arriba el mundo de una generación de chicas que vieron cómo tocaba reivindicar el protagonismo del sexo femenino y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. A partir de ese momento nos dimos cuenta de que éramos capaces de todo y que podíamos acompañar nuestras aspiraciones con los looks más atrevidos: moñitos dobles, adornos en el pelo, mechas de colores, plataformas de vértigo, piercings en la lengua, coletas altas y labios en tonos oscuros (granates, rojos sangre y marrones) bien perfilados.

Para conocerlas, escucha 'Wannabe'

Los labios en tonos oscuros están más de moda que nunca. El revival noventero en las pasarelas y en la calle es una realidad, ya sea en forma de total look o con pequeños detalles. Y uno de sus máximos exponentes es el retorno a los labios marrones, cereza, ciruela e incluso negros. Siempre bien perfilados e incluso en técnicas de difuminado, resaltando el perfilado del contorno en un tono más oscuro.

Algunos hablaron de una crónica de muerte anunciada, cuando Amy Winehouse se dio a conocer con su éxito 'Rehab'. Pero las fiestas excesivas, las malas compañías, su adicción al alcohol y sus entradas y salidas de rehabilitación no fueron lo que convirtieron a Amy en un icono: lo que siempre recordaremos será su maravillosa voz y su inconfundible look. Su moño alto y voluminoso, junto consu eyeliner, que desafiaba cualquier manual de cat eye, fueron los rasgos más inconfundibles de la que ha sido la última víctima del 'club de los 27', a la que aún echamos de menos.

Para conocerla, escucha 'Rehab'

Es sencillo descubrir la clave del look de Amy Winehouse: Su enorme recogido y sus ojos delineados en negro, con un trazo grueso y una longitud excesiva. No podríamos hablar de un cat eye pues, aunque la inspiración es pin up, el resultado es tan único que no puede catalogarse. Tan especial, tan estiloso y tan memorable como la propia Amy.