Antes de llevar las piernas al aire, antes de quitarnos definitivamente las chaquetas, nos liberamos de las botas para empezar a lucir nuestros preciosos pies, con su pedicura perfecta. Y decimos perfecta, porque así está durante días e incluso semanas antes de tener que volver a darle un repaso. Parece increíble que el esmalte aguante perfecto durante tiempo, sobre todo si lo comparamos con lo poco que suele durar nuestra manicura.

Por mucho que hallamos visto a Alexa Chung con el esmalte como si se dedicase a cavar con las manos, todas sabemos que llevar el esmalte desconchado no está bien. Y no está bien porque estemos obligadas a llevar las manos perfectas todo el tiempo, pero sí que es cierto que cuando te arreglas las uñas lo haces para dar una imagen más arreglada. ¿Y a quién no le da pereza hacerse la manicura cuando sabe que va a tener que retocársela antes de que pase una semana? Y es que el esmalte en las uñas de las manos está expuesto a un montón de elementos que pueden dañarlo; desde el impacto del chorro de agua cuando te lavas las manos, hasta el agua caliente, pasando por el roce cuando buscas algo en bolso o los pequeños golpecitos que recibes casi sin darte cuenta. Pero existen trucos que pueden alargar la vida de tu manicura para que dure casi tanto como tu pedicura. Pequeños consejos que puedes incluir sin mucho esfuerzo en tu día a día, ya que además de hacer que tus uñas estén perfectas durante más tiempo, ahorrarás algo de dinero al espaciar más tus visitas a tu salón de belleza.

Cuida la superficie

Lo primero que debes hacer, es evitar lavarte las manos antes de hacerte la manicura. Al lavarte las manos, el contacto con el agua hace que las uñas se expandan para retener la humedad. Esto significa que cuando se deshidratan, vuelven a su tamaño normal y la capa de esmalte que se ha aplicado deja de ajustarse a la uña, lo que hace que se resquebraje antes de tiempo. En este sentido, también funciona muy bien el darle forma las uñas de forma correcta, es decir, limándolas siempre en la misma dirección. Evita llevar la lima hacia delante y hacia atrás porque puede producir pequeñas roturas y astillas que evitan que el esmalte se fije de forma correcta a la uña. En la misma línea de evitar que la superficie de las uñas se estropee, una buena hidratación es fundamental. Piénsalo de esta forma: cuando tu piel está seca, tiende a agrietarse y pelarse, ¿verdad? Pues lo mismo ocurre con las uñas. Por eso es importante mantenerlas hidratadas, utilizando un buen aceite que hidrate también las cutículas. Además, este tipo de aceites ayudan a evitar que el esmalte se seque y disminuye la posibilidad de que se agriete.

Ojo a los productos que usas a diario

Otra de las claves para que el esmalte dure más tiempo es el evitar determinados productos. Por ejemplo, todos aquellos cosméticos que contienen alcohol, como las cremas para manos con perfume, con perjudiciales ya que el alcohol arrastra el lacado y los pigmentos. Lo mismo ocurre con los top coats de secado rápido; este tipo de esmaltes de secado rápido tienden a evaporarse rápidamente lo que significa que el esmalte queda demasiado fino y los golpes le van a afectar mucho más.

Pequeños trucos caseros a tener en cuenta

Algo tan cotidiano como agitar el esmalte antes de aplicarlo hace que se creen burbujas dentro de la fórmula que alteran el acabado sobre la uña. Para evitarlo, en vez de agitar, hazlo rodar entre las manos. Otro truco casero que funciona muy bien es aplicar vinagre de manzana con un algodoncito antes de empezar a esmaltar, ya que elimina los aceites naturales de la mano, cualquier tipo de suciedad o residuos que crean una barrera entre la superficie de la uña y la laca.