¿Qué le pasa a Instagram con el aguacate?

Hay más de dos millones de fotos con el hastag “avocado”. En español, aguacate, una décima parte. Después hay otro par de millones divididos entre “tostada de aguacate”, “ensalada de aguacate”, “adoradores del aguacate”, incluso “porno del aguacate” (todo ello en inglés, claro). Claramente, el aguacate es la nueva bloguera de moda. Porque con él pasa un poco como con la avena, los arándanos y el pan de semillas, que no sólo tienen que estar, sino dejarse ver. Sobre una tabla de pizarra. Recostado en preciosos tablones de aspecto vintage. Troquelado por un cúter en forma de corazón. Bajo/sobre/junto a un huevo pochado. Abierto en abanico. En dados sobre un lecho de brotes tiernos. Fotografiado en contrapicado. En bonitos escorzos sobre el plato de desayuno.

¿El desayuno? Sí, el aguacate sobre todo se desayuna, al menos eso refleja el postureo instagramero. Bien troceado y pasado por el filtro amaro se mezcla con alguna semilla de nombre indescifrable –véase chía o quinoa–, se unta sobre un pan sin gluten, sin sal, sin pan, se coloca al lado de un zumo de color extraño (triunfan el rojo y el verde) y ¡clic! El escapismo visual contra la comida basura hace su efecto.

Entiéndelo: si quieres ser alguien en la red de fotografías más cool, tienes que saber lucir bien el aguacate. Obsesionarte con él, retratarlo como si fuera un Birkin, la nueva manicura o tus nuevas zapatillas de correr. Si además quieres disfrutar de su sabor, tienes que saber elegirlo. ¿Listo para sumarte a la marea verde? Te regalamos estos consejos:

- Nunca lo guardes en la nevera, mucho menos si todavía está un poco verde. Lo mejor para que madure es envolverlo en papel junto a una manzana.

- Si por fuera parece maduro pero está duro, hay un truco para saber si está listo para ser consumido. Le quitas el rabito y miras el color. ¿Verde? Todavía no ha madurado. ¿Amarillo? Está listo para comer. ¿Marrón? Se ha pasado.

- Para que repartas su nutritivo contenido en diferentes tomas a lo largo del día, que sepas que un aguacate de tamaño medio tiene unas 300 calorías y 30 gramos de la grasa más saludable para el organismo: poliinsaturadas y monoinsaturadas.

- Su contenido en sal y colesterol es bajo y, sin embargo, su textura es asimilable a la de la matequilla y otras grasas untables.

- De todas las frutas (porque el aguacate, remember, no es una verdura, sino una fruta), es la que tiene mayor contenido en proteínas. Por eso es adorada como el Dios post-entrenamiento.

- ¡Atención, deportistas! El aguacate tiene más potasio que los plátanos.

- Además, es un vehículo de nutrientes. Cuando lo tomas, todos los antioxidantes del resto de tu plato (que son liposolubles) son mejor asimilados por el organismo.