Llega el verano. Ola de calor va, ola de calor viene. Se rompe el aire acondicionado. Los niños han acabado el colegio y tú sientes que, pese a estar de vacaciones, tu propia casa te agota más que la jornada laboral. Las obligaciones (aunque no sean laborales) siguen ahí llegar al final del día sana y salva te parece misión imposible. Porque además de todas esas responsabilidades (de las cuales muchas deberían afrontar otros miembros de la familia), hay que sacar tiempo para ir a la piscina, al gimnasio, quedar con tus amigas para tomar una caña o acudir a esa cena tan esperada con tu pareja. Sin embargo, y aunque escrito todo junto parezca una barbaridad, no es nada que no hagas el resto del año. Y es aquí cuando te preguntas, ¿por qué entonces estoy tan cansada? ¿todo por las altas temperaturas? ¿cómo puede ser que me genere ansiedad el hecho de estar de vacaciones?
Tranquila, hay una explicación lógica y, si te sirve, no estás sola en el mundo. Se trata del síndrome de la mujer agotada (o esa es la traducción que hemos adoptado nosotros), considerada ya una patología y que, el Servicio Nacional de Salud inglés ha titulado como TTAT, Tired All The Time. O, lo que es lo mismo, cansada todo el rato.

El TTAT atiende al síndrome que padecen, especialmente las mujeres, en la época estival, caracterizado por un cansancio sobrenatural que muchas veces se traduce en malestar general, dolor de cabeza, fatiga, náuseas e incluso fiebre. Y no, no es una invención para justificar un mal más como acostumbramos a oír últimamente, sino que se trata de una realidad que cada vez afecta a más gente.

Standing, Room, Design, Interior design, Architecture, House, Furniture, Beige, Tourist attraction, Gesture, pinterest

Pero, ¿cómo saber si es eso lo que te ocurre o si tu cansancio emana de otro problema que no tiene nada que ver con este síndrome? Para resolver todas las dudas al respecto, hemos contado con la opinión de una experta. Roser de Tienda es doctora quiropráctica especializada en la salud de mujeres y niños por la Escuela Superior de Quiropráctica y, ejerce como tal en su clínica L'Olivera. Como experta en el ámbito de salud mental y física de la mujer y todos los síndromes y patologías desarrollados por el género femenino como consecuencia del ritmo frenético al que nos exponemos a diario, hemos querido contar con su opinión para conocer a fondo todo lo que rodea esta nueva patología.

¿Por qué a nosotras?

Se trata de un estado de agotamiento crónico que deriva en otras dolencias y cuya aparición no es aleatoria. Según la doctora Roser de Tienda, el estar permanentemente cansadas, frustradas o de malhumor hace que toda nuestra energía se agote y no nos queden reservas para invertirla en la diversión o el disfrute, algo que repercute en la salud física con dolores musculares, de cabeza, falta de apetito… El problema, según la experta, reside en la saturación a la que se ha visto sometida la mujer a lo largo de los años. Durante las últimas décadas, la figura femenina ha pasado de llevar toda la carga familiar a incorporarse al mundo laboral, sin relegar muchas funciones del hogar en el resto de los miembros, y eso ha provocado que, inevitablemente, derive en una situación de descontrol, tanto emocional como físico.

"La causa principal es La obligación de tener un cerebro multitasking para conciliar la vida laboral con la vida familiar. La mayoría de las mujeres tenemos tantas cosas de las que ocuparnos, que si queremos que la vida a nuestro alrededor funcione, debemos estar al 100% durante todo el día. Necesitamos que nos releven de ciertas responsabilidades tales como la compra, los niños, los extraescolares, la colada, la plancha, la cocina, la limpieza, los mil recados diarios, las llamadas a la familia, etc. Porque, en definitiva, de todo eso nos ocupamos nosotras (además de trabajar) y esa parcela familiar corresponde al 50% a nuestras parejas", asegura la doctora Roser de Tienda.

Child, Photography, pinterest
Julia Roberts en Erin Brockovich.
¿Es normal sufrir ansiedad cuando cojo vacaciones?

Al parecer, sí. Según la doctora de Tienda, es un tema tabú entre mujeres, pero la llegada de las vacaciones suele ser fuente de estrés y ansiedad. Con la llegada de la época estival, tener que conciliar y hacer malabarismos para que todo cuadre cada día (el cuidado de los niños, las tareas del hogar, el trabajo pendiente o las actividades a realizar durante las vacaciones) provoca un agotamiento físico y emocional que deja a la mujer exhausta. Además, a todos estos factores se une el sentimiento de culpa por desear que todo vuelva a la rutina lo antes posible: "Cuando llega el verano, muchas mujeres ven cómo sus hijos acaban el colegio y lo único que piensan es en el deseo por que llegue septiembre. Ese sentimiento hace que se sientan culpables, malas madres, pero el origen del problema es ese agotamiento sin que ni siquiera haya empezado el verano", relata la experta.

¿Cuál es la solución definitiva?

La opinión de la experta se decanta por la importancia de la logística a la hora de encarar la planificación familiar, el reparto de tareas y, sobre todo, las responsabilidades que se le asignan a cada miembro de la familia según el papel que juega (y que en ningún caso debe estar condicionado por el género). "Un buen inicio sería reunirse en familia para ver qué ocurre cada mes. Empezar con un calendario mensual para saber qué tenemos que hacer. Después, repartir las tareas, quién se ocupa de cada tarea cada día, así no hay excusas para que no se hagan las cosas". En definitiva, el hecho de que este agotamiento se manifieste en verano se debe al reencuentro con el entorno familiar, pero en ningún caso las vacaciones son la causa de la ansiedad y el estrés que estás sufriendo en esta época. Al fin y al cabo (y aunque parezca mentira), el trabajo es, en muchas ocasiones, una vía de escape de las preocupaciones y obligaciones del día a día en el entorno familiar, y escuando abandonamos el entorno laboral cuando nos enfrentamos a lo que verdaderamente nos atañe.