Las fresquitas ensaladas del verano dejan paso a los contundentes platos de cuchara cuando empiezan a bajar las temperaturas. Eso, unido a un armario de invierno mucho más cómodo y amplio, hace que más de una se relaje y termine la estación con algún kilo de más. Por no hablar de las Navidades, que pueden convertirse en toda una gymkana contra los excesos. Sí, parece que todo se confabula para engordar con la llegada del frío, como si se tratase de una hibernación. Sin embargo, como explica el doctorando en actividad física de MuchoFit Jose Manuel Jurado, hay formas de evitarlo antes de que sea demasiado tarde.

1. Incrementa el 'Neat' y adelgaza sin darte cuenta

El Neat (non-exercise activity thermogenesis) es la energía que gasta el cuerpo cuando no está haciendo ejercicio. Es decir, durante todo el tiempo en el que no se está en el gimnasio, corriendo o practicando algún deporte y que, además, se convierte en uno de los aspectos más importantes a la hora de mantener el peso a raya. Sobre todo teniendo en cuenta que el estilo de vida actual (y aún más en invierno) tiende al sedentarismo y a caminar lo justo. ¿La clave para aumentar el Neat y la actividad física espontánea? Tratar de ir andando a la mayor parte de los lugares, no permanecer mucho tiempo seguido en la silla y elegir siempre las escaleras antes que el ascensor.

2. Elige alimentos sin etiquetas

Los productos que se venden en los supermercados suelen ir acompañados de un sinfín de ingredientes que, en la mayor parte de los casos, no son ni saludables ni adecuados para alguien que quiere alejarse de los kilos de más. Como explica el entrenador, lo ideal es priorizar siempre frutas, verduras y proteínas de calidad, eligiendo muy bien el origen de los carbohidratos que incluimos, evitando harinas refinadas y azúcares. En este sentido, advierte que contar calorías no funciona cuando no se tiene en cuenta la procedencia y calidad de las mismas. "Si tomas comida real, no necesitarás contar calorías", añade Jurado.

3. Encuentra una actividad física que te guste, y disfrútala

El ejercicio es necesario, y será un gran aliado contra los excesos este invierno, pero no servirá de nada si no se disfruta con la actividad que se está practicando. Al final, para ver resultados es necesaria una continuidad que solo puede conseguirse si no supone un esfuerzo llevarla a cabo. Es decir, si se trata de un momento que, en vez de causar pereza, relaja y divierte, y se convierte en uno de los mejores momentos del día. "Solo tienes que probar distintas disciplinas y elegir aquella con la que te sientas cómoda", señala el experto. Además, hacer deporte es una forma de combatir el estrés, por lo que no debe suponer un problema, sino un alivio. (Y más sabiendo que el estrés también engorda).

4. Se acabaron los Gin-tonics

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El alcohol es uno de los grandes culpables de los kilos extra, y forma parte de los excesos en estas fechas. Primero porque en sí, las bebidas alcohólicas contienen calorías vacías que se suman al balance diario. Y, por otro lado, dificulta la pérdida de grasa ya que el cuerpo lo utiliza como fuente de energía, así como eleva el cortisol, la hormona del estrés, que también se relaciona con el sobrepeso.

5. No comas siempre lo mismo: experimenta en la cocina

A veces, la ansiedad por tomar comida rápida se debe simplemente al aburrimiento de comer todos los días lo mismo. Para acabar con esos antojos que estropean la línea (y la salud), solo hay que poner un poco más de atención al menú diario y sacar a relucir la imaginación con nuevas recetas que despierten al paladar. "Comer sano no quiere decir que haya que limitarse a lechuga y pollo a la plancha. Existen un sinfín de posibilidades muy nutritivas que te llevarán el mismo tiempo de preparación, con mejores resultados", asegura Jurado.