El pasado 1 de agosto Louise Delage publicaba su primera foto en Instagram. Se trataba de una imagen en la que aparecía una joven parisina, con una copa en la mano apoyada en una pared y a la que acompañaba el siguiente comentario: "About last night" (sobre la noche de ayer). A partir de ahí, Louise comenzó a publicar fotos en playas, en destinos paradisíacos, divirtiéndose con sus amigos, cenando en los restaurantes más glamourosos de la ciudad, de vuelta en el trabajo, comiendo con su familia... Aparentemente, era la vida que cualquiera podría desear.

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En apenas dos meses, su perfil cuenta con 67 mil seguidores, convirtiéndose así en una de las instagramers con más furor de Francia. Sin embargo, hay algo que sus seguidores no apreciaban en sus publicaciones. En todas sus fotos (sin excepción), Louise aparecía con alguna bebida alcohólica. A veces, con una copa en la mano, otras, tomando una cerveza en la playa o, en los restaurantes, compartiendo vino con amigos.

Hace dos semanas se desvelaba el secreto. Louise Delage no era real, al menos no su vida. Se trataba de una campaña lanzada por la agencia publicitaria BETC París, bajo el título #LikeMyAddiction con el objetivo de concienciar sobre la adicción alcohólica de los jóvenes y la dificultad para identificarla. En las imágenes de Louise, aunque en todas apareciesen bebidas alcohólicas, nadie fue capaz de verlas, o, al menos, nadie fue capaz de identificar el problema que esta joven tenía con el alcohol.

Ahora, BETC París ha lanzado un vídeo explicando la campaña y el objeto de concienciación al que ha sometido a los usuarios de Instagram. Sin duda, una técnica sin precedentes.