La era de la obsesión por una buena alimentación nos ha convertido a todos en expertos de la nutrición. O eso es lo que nos creemos, porque nos sentimos en total potestad para recomendar dietas, hablar de productos milagro y superalimentos como si nosotros mismos los hubiésemos inventado o asegurar, con total certeza, que nuestra rutina alimenticia es la única buena en realidad, porque me lo dijo una amiga nutricionista, y tú lo estás haciendo todo mal.

Pero al margen de todo lo que creemos saber, están naciendo (o más bien convirtiéndose en tendencia) una serie de corrientes que aseguran que la buena alimentación debería basarse en aspectos de nuestro organismo u origen como ser humano. Desde las dietas paleo (basadas en el tipo de alimentación del paleolítico), hasta las basadas en el metabolismo de cada uno e, incluso, el color de ojos. Lo que probablemente desconocías es que la nueva tendencia es seguir una dieta según tu grupo sanguíneo. Y no lo digo yo, como sabelotodo de la nutrición, lo dijo un naturólogo ya en 1996, pero ha tomado fuerza en 2017 gracias a adeptas como Natalia Vodianova o Demi Moore, que hacen apología de su régimen en cualquier entrevista que se precie.

Hay que reconocer que la explicación a esta dieta es un poco rebuscada. Según escribe el doctor Peter J. D'Amo (autor del descubrimiento), fue al analizar los resultados de sus pacientes cuando se dio cuenta de que, la misma dieta tenía resultados muy dispares en según qué personas. A través de numerosos estudios, se dio cuenta de que estas diferencias tenían su origen en el grupo sanguíneo de cada persona, descubriendo así que había alimentos más adecuados, no solo para adelgazar, sino para prevenir enfermedades, dependiendo de si una persona pertenecía al grupo B+ o 0.Pero lo más curioso es que la división de alimentos la hizo en relación a una época histórica (sí, suena a ciencia ficción pero es así como lo explica); es decir, una dieta antropológica basada en la evolución del ser humano y su alimentación. Por ejemplo, el grupo sanguíneo 0 correspondería al hombre cromañón, un cazador furtivo; mientras que el grupo A lo relaciona con el agricultor, consumidor de frutas, verduras… Así, esta sería la división según el grupo sanguíneo y la base de cada una de las dietas.

Grupo 0

El gurpo sanguíneo 0 estaría relacionado con el llamado "cazador", ya que, según el doctor J. D'Amo, sería el primero en aparecer, hace 40.000 años, en el sistema del hombre cromañón. En este sentido, las personas con grupo 0 presentarían características generales como una alta tolerancia a la proteína vegetal, bienestar con actividades físicas de alta intensidad y dificultad de adaptación a grandes cambios en la alimentación.

¿Qué recomiendan tomar? Frutas y verduras en abundancia; carnes magras, pescado y marisco. Como alimentos que favorecen la pérdida de peso, destacan las algas marinas, la sal yodada, la carne de hígado, las espinacas y el brócoli.

¿Qué recomiendan evitar? Verduras crucíferas como la coliflor, coles de Bruselas o berzas y hortalizas como las berenjenas y las patatas. Además, no estaría permitido el consumo de embutidos y carnes en conserva, así como huevos y lácteos y cualquier producto que contenga trigo.

Grupo A

Relacionado con el hombre agricultor, el grupo sanguíneo A sería el segundo más primitivo (después del 0) y se relacionaría con el consumidor de granos, frutas y verduras, que contaría además con un sistema digestivo sensible.

¿Qué recomiendan tomar? A aquellos con grupo sanguíneo A que deciden basar su dieta en este aspecto, se les recomienda basar su alimentación en el consumo de fruta, cereales, legumbres y verduras, así como las semillas oleaginosas y los frutos secos. En cuanto a la actividad física deportiva, se recomienda la práctica de actividades como el yoga, el Tai-Chi, la bicicleta o la natación.

¿Qué recomiendan evitar? El consumo de carne y pescado (especialmente los embutidos y carnes en conserva), así como la leche y los productos lácteos. Por supuesto, prescindir de alimentos precocinados y los productos que contengan harina de trigo.

Grupo B

Según el doctor D'Adamo, las personas con grupo sanguíneo B presentarían características evolutivas mucho más avanzadas, con una mejor adaptación a cambios tanto en la alimentación como en el medio ambiente, así como a actividades deportivas moderadas. Contarían también con un sistema inmunológico activo y una reacción positiva ante la infesta de alimentos más procesados como lácteos.

¿Qué recomiendan tomar? Sería una de las dietas más equilibradas y variadas, a base de carnes magras, pescado, huevos y lácteos y abundantes frutas y hortalizas.

¿Qué recomiendan evitar?Pese a ser recomendable el pescado, deberían evitar el marisco, así como el consumo abundante de pollo y cerdo, semillas y frutos secos o productos que contengan trigo y maíz.

Grupo AB

El doctor D’Amo explica en su libro que el grupo sanguíneo AB sería el resultado evolutivo de la mezcla de los dos anteriores, por lo que sería el más adaptado al medio actual. Así, presentaría un aparato digestivo sensible, que necesitaría una dieta variada y equilibrada, con actividad física relajante y máxima facilidad para adaptarse a los cambios.

¿Qué recomiendan tomar? Esta dieta se basaría en una ingesta de la mayoría de los alimentos, de forma variada y moderada. Se recomienda el consumo de carne y pescado, frutas y verduras en abundancia, grasas vegetales así como leche y derivados lácteos.

¿Qué recomiendan evitar? A este grupo de personas, la dieta sanguínea les recomienda evitar el abuso de mariscos y carnes ahumadas o en conserva. Además, no recomienda el consumo de productos a base de harina de trigo y los encurtidos.

Contraindicaciones de las dietas sanguíneas

Como ocurre con cualquier dieta, hay numerosos profesionales que se sitúan en contra de estas tendencias que basan la alimentación en la prohibición de alimentos situados en la base de la pirámide nutricional, ya que podríamos estar dejando de lado muchos nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Además, no existe prueba alguna que relacione estas dietas con mejoras en la salud, y mucho menos ligada al grupo sanguíneo. La revista Plos One, de hecho, publicaba un estudio realizado a casi 1.500 personas que acababa con los mitos de este tipo de dietas, ya que haciendo el mismo régimen alimenticio con personas de diferentes grupos sanguíneos el resultado era exactamente el mismo. Ahora, que cada cual decida lo que es mejor para su propio organismo.