“Como mujer, nunca pensé que fuese tan fuerte física y mentalmente”. Así de categórica se ha mostrado Adriana Lima a The Cut, durante una entrevista que tuvo lugar mientras se entrenaba para el último desfile de Victoria's Secret en París. Y todo ello se lo debe al boxeo, deporte que al parecer ha cambiado a la modelo, que ahora se plantea los retos desde otra perspectiva. "Al principio, cuando estás aprendiendo, puede ser muy frustrante porque quieres lograrlo, pero tu cuerpo no responde", afirmaba Adriana. "Es una lección que puedes extrapolar a tu vida cotidiana, que no importa lo que pases, sigues adelante, e insistes, y vas, aprendes, fallas, aprendes, fallas, aprendes y continuas. Hasta que lo hagas".

¿Hora de invertir en unos guantes de boxeo? Pues no sería mala idea como propósito de año nuevo, si aún no tienes plan de entrenamiento. “Practicar un deporte o actividad donde das puñetazos, patadas y pegas gritos con cada golpe te produce un sentimiento de fuerza y poder difícil de explicar. La adrenalina que desprendes en cada movimiento, coreografía o estilo de arte marcial es increíblemente endorfínica”, nos explica Anna Santidrián, Expert Line Coordinator en Holmes Place. “Te genera una energía mental y física parecido a la sensación de comerse el mundo, con lo que ayuda a sentirse mejor contigo misma y a mejorar tu autoestima. Liberas todas las tensiones internas y desconectas del exterior, poniendo el foco en cada golpe y grito”.

Parece ser que la confianza es la palabra clave de esta ecuación, pero ¿se puede pedir más? Pues parece que sí, ya que los beneficios de este deporte no se limitan solo a la parte emocional. Como nos explica Enrique Wasabi, uno de los luchadores de la Ultimate Fighting Championship, “a nivel físico, desarrolla los reflejos para esquivar o bloquear, y le da tono a nuestra musculatura al completo, ya que un simple gesto como lanzar un golpe de manera técnicamente correcta incluye numerosos grupos musculares. El simple movimiento de un gancho, por ejemplo, parte desde la punta del pie hasta llegar a la mano”. “Golpear a un saco con unos buenos guantes y pegarle patas hasta no poder más es una sensación increíble y a la vez te pone muy fuerte con una definición muscular impresionante”, nos explica Anna. “Te ayuda a mantener la concentración en cada golpe, visualizar la posición de tu cuerpo a nivel espacial y tu postura”.

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Aunque el boxeo en sí siempre ha sido visto como algo masculino, cada vez es mayor el número de mujeres que se apuntan a estas clases. “Si que es verdad que siempre se ha visto como algo masculino”, cuenta Enrique. “Pero también es verdad que las mujeres cada vez están más animadas a practicar estos deportes independientemente de sus objetivos marcados, ya sea la competición o el simple hecho de practicar un bonito deporte y mejorar, según que, aspectos físicos, psicomotrices y/o mentales”. “Por todo ello se lo recomiendo a todas las mujeres sin excepción, naturalmente, ya cada una de ellas se marcará alguna meta que alcanzar. E incluso cabe la posibilidad de que alguna mujer descubra una pasión oculta que no sabía o nunca se hubiera imaginado que tiene”.

¿Pero es tan bueno y adictivo como parece? Nos hemos subido al ring para hablar con Julia Pérez, que entrena en Fightland y que jamás se sintió especialmente atraída por este deporte. “Me parecía violento y un poco para 'cazurros', pero un día abrieron Fightland al lado de mi trabajo y, al pasar, siempre veía entrando y saliendo gente de diferentes edades. Eso me dio curiosidad”, nos explica. “Me puse a leer sobre ello, la gente decía que enganchaba... ¡y tanto! Fue probarlo y saber que era mi deporte. Sufres, sudas, te pones al límite físicamente”. Y si sudar y sufrir no te parecen actividades a las que te puedas enganchar fácilmente, Julia nos da la clave con la que quizás te animas a probar: “De momento, es el único deporte con el que he conseguido desconectar de todo lo demás. En poco tiempo se notan los cambios en el cuerpo y, sobre todo, en cómo te sientes”.