Cada cierto tiempo, un nuevo alimento, que en realidad, de nuevo no tiene nada, se pone de moda gracias a su consumo entre las celebrities. El revuelo que se genera entre los más jóvenes ante este tipo de descubrimientos gastronómicos (que casi siempre se dan entre urbanitas que pisan poco o nada el campo), a sus abuelas les parecería una completa tontería. Sin embargo, asumámoslo, son muchos los considerados carne de asfalto que encuentran en las bondades campestres la fuente de la eterna juventud.

Esto es lo que ha pasado con los arándanos, o también conocidos como mirtilos, cuyos beneficios para la salud se han convertido en noticia, y pronto en tendencia, gracias a una publicación de Sara Carbonero en Instagram. "Mi nuevo vicio confesable", ha comentado Sara. Y automáticamente más de 20.000 likes acompañaron la imagen corroborando sus bondades (las de los arándanos).

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Para saber exactamente cuáles son los beneficios reales de los arándanos y cómo consumirlos para que sean más efectivos, hemos consultado a la especialista en Dietética y Nutrición del centro Vithas Fisium Estrada de Pontevedra, Eva M.ª Eirás Campos.

¿Para qué son buenos los arándanos?

El arándano es una baya que crece en arbustos. Es una fruta con bajo nivel calórico (30,1 x 100grs) que contiene muchas propiedades nutritivas debido a su composición (fibra, potasio, magnesio, provitamina A, vitamina C, e hidratos de carbono). Debemos diferenciar entre rojos y azules. El principal beneficio del arándano rojo recae sobre el sistema renal (tratamiento y prevención de infecciones renales y cálculos) y el principal beneficio que aporta el arándano azul es a nivel del sistema digestivo. Además, tienen múltiples beneficios que se dan en todos los dos tipos, como su poder antioxidante, su efecto antiinflamatorio o su acción antibacteriana entre otros.

Entonces, ¿es recomendable incluirlos en la dieta?

Es recomendable y beneficioso añadirlo en cualquier tipo de dieta. Las frutas deberían consumirse en la dieta de forma diaria. Junto con las verduras la norma recomendada es de 5 raciones al día, esto quiere decir que se deben consumir entre 2 -3 raciones si se consume verdura y 5 en caso de no hacerlo.

¿Y cuáles son esos beneficios que todo el mundo aplaude?

1. Mejorar el sistema inmunológico.

2. Mejorar el sistema vascular.

3. Ayuda a disminuir la aparición de problemas de fertilidad.

4. Ayuda en la prevención del cáncer, sobre todo del cáncer de colón.

5. También mejora el sistema ocular.

6. A nivel digestivo presenta propiedades antisépticas y antibióticas.

Para que no pierdan sus propiedades, ¿es mejor tomarlos en crudo o cocinados?

Siempre es mejor incluirlos en la dieta de manera natural, es decir sin cocinar, por ejemplo, en ensaladas, acompañados con yogur, batidos con otras frutas, en papillas para los bebés o incluso solos. En caso de que no nos guste su sabor, podemos recurrir a tomarlo en extracto. No debemos añadirles azúcar para que sus propiedades antioxidantes no se vean alteradas

¿Con qué frecuencia deben consumirse?

Se pueden consumir diariamente como cualquier fruta, de hecho, lo más aconsejable sería su consumo diario pero la frecuencia mínima deseable sería una vez a la semana para gente sana. Hay situaciones en las que conviene aumentar su consumo como durante el embarazo, la lactancia, en caso de estrés o durante la aparición de infecciones, disminución del sistema inmune...

Yen los niños, ¿también es recomendable?

En niños es recomendable a partir de los 6 meses que se inicia la introducción de otros alimentos en lactantes (a partir de los 5 meses para aquellos que no se alimenten de leche materna), es una importante fuente de energía y tienen un gran aporte de vitaminas y un bajo nivel calórico por ello es ideal para ayudarles a afrontar las actividades diarias.

Entonces, ¿podríamos decir que es un superalimento?

Sí, puesto que con poca cantidad aporta un gran número de nutrientes para el organismo que contienen múltiples propiedades y beneficios.