Amanecer (a la primera) no siempre es fácil, especialmente cuando tus jornadas laborales se intensifican. Basta con que adelantes el despertador una hora para que tu cuerpo note la falta de sueño adicional. Para evitar que pospongas la alarma cada cinco minutos, sigue estos 5 consejos que proponen los doctores (expertos en sueño) Neil Stanley y Ibrahim Irshaad.

DUERME EL TIEMPO QUE NECESITES

Sí, el tiempo que te pida el cuerpo. ¿Seis horas? ¿Ocho? ¿Tres? “La necesidad de sueño está determinada genéticamente”, asegura el doctor Stanley. “En cualquier lugar, lo normal es dormir entre 3 y 11 horas. Saber cuál es la cantidad correcta de sueño es clave”. Para calcular el número de horas que necesitas, Irshaad dice: “Si durante el día te sientes despierto y despejado es que has dormido el tiempo que necesitabas; si notas que estás cansado, prueba a sumar o restar una hora de sueño”.

Y SÓLO CUANDO TOQUE

Tu reloj biológico determina si eres más de mañana o más de noche, afectando a tu estado de ánimo durante todo el día. Stanley, dice: “Aunque la necesidad de sueño esté determinada genéticamente podemos controlarla sin problema (…) Con jet lag, por ejemplo, tardamos 72 horas en volver a nuestro ciclo natural de sueño”. La clave: la melatonina (u hormona del sueño).

RESPETA UNA HORA

El cuerpo al final es rutina y regularidad, por lo que mantener la hora del despertar es útil (¡y una ventaja!). Según Stanley, “el cuerpo se prepara para despertar una hora y media antes de estemos realmente despiertos”. Si mantenemos la hora, maximizamos la oportunidad de sueño.

NO POSPONGAS LA ALARMA

En pocas palabras: remolonear por las mañanas está prohibido si lo que quieres es controlar el sueño. “Uno no descansa si no está tranquilo. Al posponer la alarma interrumpimos el sueño una y otra vez, lo cual termina siendo peor: no sólo no descansamos más sino que consumimos parte del tiempo descansado”.

ENCIENDE LAS LUCES

“Tu reloj biológico está ligado a la oscuridad y la luz, así que exponerse al sol (o al flexo, en su defecto) hace que cuerpo y cabeza despierten antes y reaccionen antes ante otros estímulos”, dice Stanley. De hecho, si la crecida de luz es progresiva, mejor que mejor.

Vía: Harper's BAZAAR UK