Escuchando a la OMS, sabemos que el sedentarismo es una plaga a nivel mundial. Mientras medio mundo se muere de hambre, el otro medio enferma de males derivados de la obesidad y el no moverse: hipertensión, obesidad, diabetes. Se considera sedentario aquel que no alcanza los 5.000 pasos diarios. Y esa cifra, ¿de dónde viene? Pues viene, históricamente, de una campaña de marketing, como tantas cosas en este loco mundo nuestro. Fueron los japoneses quienes tomaron esa referencia numérica como parte de una campaña comercial que pretendía disparar la venta de podómetros. Parece que, desde entonces, las autoridades sanitarias a nivel mundial han dado por bueno ese número. De hecho, ya lo usa la American Heart Association como directriz para sortear el riesgo de infarto de miocardio, primera causa de muerte por esos lares.

10.000 es sólo el comienzo
Dar diez mil pasos (seguidos) al día equivale a llevar a cabo treinta minutos de actividad, que es lo que establece la comunidad médica como saludable. Dicen que con ellos consigues ciertos beneficios como reducir la masa corporal, afinar el contorno abdominal, adquirir energía y dar esquinazo a la diabetes II. La distancia que se recorre en 10.000 pasos equivale a unos ocho kilómetros. He aquí el primer punto: normalmente, no recorres esa distancia caminando a menos que te lo propongas. Ascensor, coche, reuniones, horas frente al ordenador… No das ni cinco mil. Se impone cambiar el chip e incorporar el caminar a la rutina diaria. Los trucos ya te los sabes: bajar del autobús una parada antes, sacar al perro a pasear un buen rato, ir andando a hacer los recados en lugar de coger el coche para todo... Un estudio realizado por el National Institute of Health y publicado en la US National Library of Medicine titulado ‘¿Cuántos pasos es necesario dar cada día?' concluyó, entre otras cosas, que podían demostrarse mejorías en la composición corporal y la tensión arterial dando 10.000 pasos diarios. Advertía que este reto no estaba pensado para adultos ancianos ni para enfermos, pero sí para todo aquella persona sana presta a terminar con la vida sedentaria, con los beneficios que ello conlleva: por ejemplo, ganar la batalla a la obesidad. El estudio también marcaba que eran entre 5.000 y 7.499 los pasos diarios que da una persona no-sendentaria pero con actividad baja. A partir de diez mil es donde, supuestamente, se empieza a obrar la diferencia esencial. ¡Ah! Y si das 12.500 se te considera ‘altamente activo’, que lo sepas.

Andar pero no de cualquier manera
Huelga decir que las personas que deseen perder peso han de incrementar al doble esta cantidad. Y que hay que ir poco a poco. Además, este es un asunto donde no prima tanto la cantidad como la calidad. Caminar es una actividad sencilla, asequible a todas las edades. “Sólo es necesario utilizar un calzado cómodo y marcarnos un objetivo realista e ir mejorando nuestros propios registros”, explica Víctor Ferreras (@healthy_trainer), licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Dispositivos ‘wearables’ como Fitbit, por ejemplo, marcan como objetivo mínimo de ejercicio físico diario dar esos 10.000 pasos y, si es necesario, te traza un plan para ir alcanzándolos. Es fácil y alcanzable para cualquiera que se levante de la silla. De hecho, te va mandando recordatorios para que lo hagas y te hace un fiestón con fuegos artificiales en pantalla cuando lo consigues. Ferreras aclara: "No basta con caminar, hay que tener en cuenta la llamada ‘cadencia’ o velocidad a la que realizamos esos pasos diarios (pasos por minuto)". Es decir, que al corazón y el graserío corporal no le vale igual que sumes esos miles de pasos a lo largo del día que si los consigues en una sola caminata de media hora, por poner un ejemplo. En declaraciones a la BBC, Dale Esliger, catedrático en la medición de actividades física de la Universidad de Loughborough, aclaró que también hay diferencias si tienes piernas cortas o largas. Es decir, que si tienes piernas muy largas, quizá lo tuyo sea algo más de diez mil. También los expertos insisten que se puede tomar diez mil como punto de partida (para lo que llaman ‘mantenimiento de la salud’), pero que lo óptimo es exigirse e ir aumentando el ritmo y la intensidad de los pasos para aumentar los beneficios. Y hacer cambios en la dieta, eso en todo caso.