Dicen que fue la crisis quien puso de moda salir a correr. La falta de presupuesto hizo que las calles adoptaran a todos aquellos que ya no querían o podían pagar el gimnasio. Sea así o no, la prueba es que cada vez más el entrenamiento fácil, cómodo y gratis se impone entre hombres y mujeres que quieren hacer ejercicio como parte de una vida más sana.

A las mujeres, siempre empeñadas en que el ejercicio físico sea instrumental, es decir, que les lleve a algún sitio (adelgazar, ponerse firmes, descargar adrenalina, socializar...) el running a veces se les queda corto para cumplir su propósito. Por eso, en este entorno de entrenamiento fácil y barato, entra con fuerza la calistenia. Esta disciplina sólo tiene de complicado el nombre. En realidad, se trata de ejercicio de fuerza corporal de toda la vida. Son ejercicios que se realizan sin usar ningún equipamiento especial, con el único arma de tu cuerpo y la fuerza de la gravedad. La mayoría de los ejercicios de calistenia implican aprovechar tu propio peso para desafiar a tus músculos y el corazón, y mejorar tu rendimiento deportivo. Además de mejorar tu condición física, la calistenia básica puede ser una buena medición de tu nivel de condición física actual.

La calle es tu gimnasio
Ya sabes que, si quieres perder grasa y moldear tu cuerpo, tienes que realizar ejercicios de fuerza. Tu objetivo tiene que ser ganar músculo (más fibroso, no más grande) y que éste le quite el sitio a la grasa. Para ello, los ejercicios de calistenia son muy buenos porque ayudan a esculpir y fortalecer el cuerpo. Son ideales si viajas con frecuencia o si no tienes tiempo/ganas/presupuesto para ir al gimnasio. Los entrenadores personales confían mucho en ellos porque pueden hacerse en cualquier lugar, con la única ayuda de un banco del parque, una farola o un escalón. Además, el entrenamiento clásico los defiende como buenos para construir resistencia muscular, ya que son ejercicios dinámicos (hay que usar un rango de movimiento completo para hacerlos bien).
¡Atención! El American College of Sports Medicine recomienda que, si quieres alcanzar el normopeso y mantener la salud, hagas al menos dos días de entrenamiento de fuerza por semana. Se puede subir hasta tres cuando quieres acelerar la pérdida de peso. Eso sí, descansa un día sí un día no porque de otra forma tus músculos no tendrán tiempo para recuperarse y construir la fuerza. Los días entre sesiones puedes salir a correr, andar en bici, bailar, nadar...

Empezar con la calistenia
Estos son los ejercicios básicos para fortalecer todo el cuerpo.
- Flexiones, también conocidas como 'push up': Ideales para trabajar los pectorales (mayor y menor), que contribuyen a un pecho más erguido, los deltoides (frontal y posterior) y los tríceps. Brazos fabulosos, vaya.
- Sentadillas, a los que los expertos llaman 'squads'. Son viejas conocidas de cualquier operación biquini que se precie porque funcionan muy bien a la hora de moldear y fortalecer las piernas a la altura de la cartuchera. Trabajan los cuádriceps, los isquiotibiales y los muslos internos. También las caderas y los gemelos y, por supuesto, los glúteos.
- Dominadas. Para estas se necesita una barra. Si lo haces con entrenador, seguramente sea capaz de encontrar una en el mobiliario urbano. Si no, pasa de este ejercicio. Trabaja dorsal ancho, los bíceps, los romboides, trapecios, ante brazos y las manos.
- Elevaciones de piernas (sentada o tumbada) sirve para trabajar el músculo recto abdominal, oblicuos, serrato, intercostales, el diafragma, el transverso y los músculos de agarre. Ideales para la cintura.