Adelgazar se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para muchas mujeres cuando, tras probar todo tipo de dietas y consejos para conseguirlo, se dan cuenta de que no han perdido ni un gramo. Y de entre todos estos métodos, hay uno que se ha vuelto bastante popular estos últimos años: el ayuno intermitente. ¿Es esa la clave para olvidarte de los kilos de más? Según el doctor y profesor en las universidades de Harvard y Oxford, Xand Van Tulleken, sí. Según lo que nos dicen otros expertos (y el sentido común), depende.

A favor de la versión del profesor, diremos que es cierto que comer en una ventana de 8 horas y ayunar durante el tiempo restante es una forma de reducir las calorías totales de ese día sin darnos cuenta, ya que tienes menos tiempo para consumirlas. Sin embargo, hay que añadir que para que esto se cumpla, las comidas que se hagan durante ese tiempo tienen que ser equilibradas, ya que si se trata de comida basura probablemente estemos consumiendo incluso más de las que nos podemos permitir en 24 horas, y no notaríamos ningún efecto en la báscula.

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De la misma manera, Xand Van Tulleken, en su libro How to Lose Weight Well, explica que existen numerosos estudios que constatan al efectividad del ayuno como método para adelgazar, ya que "aumenta el estrés del cuerpo de la misma manera que lo hace el ejercicio, y eso promueve la quema de grasa acumulada". Y sí, como asegura también la dietista-nutricionista Stefy Fernández el ayuno provoca diferentes adaptaciones hormonales que sí tienen como consecuencia una mayor oxidación de las grasas. Sin embargo, advierte que "si se hace de manera prolongada, igual que otras dietas hipocalóricas, se ralentizará el metabolismo y dejará de producir ese efecto".

Por eso, aunque el ayuno intermitente te permita olvidarte un poco de las calorías, hay otras cuestiones que debes de tener en cuenta antes de lanzarte a practicarlo. Por ejemplo, como dice la experta, las comidas que se hagan durante esas 8 horas deben contener todos los macro y micronutrientes que tu cuerpo necesita para realizar sus funciones, así como la proteína suficiente para no perder masa muscular en el proceso. ¡Sin un cambio de hábitos no hay resultados! Razón por la cual es una estrategia que debería estar guiada por un profesional.

"El ayuno es un shock para el organismo, y el primer día es probable que se sienta hambre. Luego, todo mejora", cuenta en su libro el doctor Van Tulleken. De hecho, sí, mejora, y ha sido utilizado por muchos expertos como herramienta para acabar con la relación tóxica con la comida. En este sentido, sería una manera de recuperar el control sobre ella, aprendiendo además a regular las sensaciones de hambre y saciedad. Pero debes saber que no todo el mundo está capacitado para ello, y tampoco es mejor que otros métodos.