El otoño no solo trae consigo la caída de las hojas de los árboles sino que la llegada de las bajas temperaturas, los días grises y la vuelta a la rutina provocan en las personas un síndrome que se conoce como síndrome afectivo estacional, trastorno afectivo estacional (TAE) o comúnmente conocido como astenia otoñal. La vuelta a la rutina es uno de los momentos más duros despúes de que se acaben las vacaciones y si a eso le sumas las reducción de las horas de sueño, el estrés, menos horas de sol, la llegada del frío y los cambios bruscos de temperaturas se producen unas serie de alteraciones en el biorritmo y en el estado ánimo. La ganas de no hacer nada, la despresión, somnolencia, falta de concentración, cansancio y los deseos irrefenables de estar todo el día en la cama conforman lo que se conoce como astenia otoñal. ¿La estás sufriendo ahora mismo?

Según los expertos, los síntomas duran alrededor de una semana y en ocasiones se puede alargar hasta 15 días. Por lo tanto son síntomas pasajeros pero que para muchas personas suponen un inconveniente y muchas veces hacen que sea complicado seguir con el ritmo de vida habitual. Por suerte hay una serie de claves o pasos que todo el mundo deberíamos seguir para evitar que pueda con nosotros la astenia otoñal.

Tener un dieta equilibrada, no alterar los patrones de sueño, tomar al menos 10 minutos de sol al día, mantener hábitos de vida saludable, realizar ejercicio físico con frecuencia, hidratarse durante todo el día y eliminar las sustancias excitantes de nuestro organismo que nos puedan alterar los ciclos de sueño o gernerarnos estrés, son los principales consejos que indican los expertos para combatir la astenia otoñal.

Entre los alimentos más adecuados para enfrentarnos a esta época del año, podemos encontrar los llamados "alimentos felices". El chocolate, la leche, la soja, los cereales, la fibra, los cítricos, junto con las frutas y verduras de temporada son alimentos que se pueden incluir en nuestra dieta para paliar el cansacio, la depresión y la apatía.

La lluvia y las bajas temperaturas tampoco ayudan a combatir la astenia otoñal, sino todo lo contrario, la fomentan. Pero si de algo están seguros los expertos, es que la actitud de cada persona es lo más importante en estos periodos de cambio y adaptación. Ser positivo y empezar el día con energía es lo primordial a la hora de plantarle cara a este síndrome que cada vez está más asentado entre nosotros. Y si además se siguen estos consejos, todo volverá a la normalidad cuando menos te lo esperes.