Somos lo que comemos. Ese refrán que se ha convertido en una forma de vida para un alto porcentaje de la población actual (especialmente para la llamada generación millennial), preocupada por su salud y bienestar, por mantener una buena alimentación y descubrir todos los beneficios que puede aportarnos el buen comer. Para estar al tanto de todas las novedades en nutrición (puede que junto a la cosmética se haya convertido en la mayor obsesión de los últimos años), nos empapamos blogs y páginas webs de esta temática a diario, seguimos decenas de cuentas healthy en Instagram, apuntamos todos los trucos que modelos y gurús de la vida sana comparten en sus entrevistas y probamos cada receta, tomamos nota de rutinas diarias basándonos en la experiencia de amigas y compañeras de trabajo.

En este sentido, hay una serie de normas no escritas que se han establecido en cualquier dieta saludable, que todos hemos tomado por buenas y de las cuales, además, hacemos apología en cualquier conversación al respecto. "Yo me tomo un vaso de agua tibia con medio limón exprimido cada mañana y me sienta de maravilla, te ayuda a depurar tus órganos"; "pues yo he dejado la leche de vaca, porque somos el único mamífero que sigue bebiendo leche después de la época de lactancia, y eso es malísimo"; o "¿huevo? Yo no tomo más de dos a la semana, es la principal causa del colesterol alto", son algunas de las frases más habituales en conversaciones de nutrición. ¿Realmente hay algo de cierto en todas esas afirmaciones? ¿O puede que quizá estemos yendo de listillos? Para acabar con todos los mitos sobre alimentación, hemos acudido a una especialista en el tema. Rocío Maraver, dietista y nutricionista, aclara todas nuestras dudas sobre estos mitos de la nutrición.

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Agua tibia con limón exprimido, esa bebida milagrosa

A la combinación de agua tibia con limón exprimido (especialmente ingerida a primera hora y en ayunas) se le han atribuido tantas propiedades que casi se ha establecido como una bebida milagrosa. Ayuda al organismo a depurarse, regula el tránsito intestinal, favorece la pérdida de peso y hasta que es un gran aliado contra la depresión. Tanto es lo que se habla de ello que tiene hasta abanderadas de renombre como Kendall Jenner o Natalia Vodianova, que en numerosas ocasiones han asegurado que es un imprescindible en su rutina diaria.

Sin embargo, y aunque dadas las propiedades del limón, como la vitamina C o su poder antioxidante, puede resultar favorecedor en algunos aspectos, no existe demostración científica que pruebe que vayamos a perder más peso por tomarlo esta bebida en ayunas ni, mucho menos, que ayude al cuerpo a detoxificarse. Tal y como nos explica la nutricionista Rocío Maraver, "no es malo tomar agua con limón ni existen contraindicaciones a la hora de ingerirla en ayunas, ya que son dos alimentos buenos que no van a dañar el organismo. Sin embargo, de ahí a atribuirle cualidades milagrosas hay un paso. El cuerpo tiene su propio sistema detoxificante que limpia sus propios órganos y no se necesita un vaso de agua con limón para limpiarse por dentro cada mañana".

La leche solo es buena durante la lactancia

"La leche es uno de los alimentos que más controversia genera en términos de nutrición", asegura la experta, que habla de cómo, durante años, se ha relacionado con el cáncer y otras enfermedades, aunque Rocío asegura que se ha demostrado que es un alimento con muchos nutrientes y que, dejando de lado las personas intolerantes, no hay ningún riesgo en consumir leche de vaca; de hecho, los productos lácteos suponen un gran aporte de proteínas y otros nutrientes. En cuanto a las teorías que surgen en contra de la leche, argumentando que somos el único mamífero que la ingiere al acabar la época de lactancia, Rocío Maraver asegura que "la evolución humana ha hecho que el organismo esté perfectamente adaptado a la ingesta de lactosa. Si no presentas una intolerancia a la lactosa, puedes tomarla sin problema y tu cuerpo la digerirá sin ningún problema. Si te gusta y no te sienta mal, no tienes por qué eliminarla; además, puedes tomarla tanto entera como desnatada o semidesnatada, según las grasas que quieras ingerir".

Zumos verdes para adelgazar

Actrices como Gwyneth Paltrow o modelos como Doutzen Kroes y Miranda Kerr se han convertido en auténticas fanáticas de los smoothies y zumos verdes. A esta combinación de frutas exprimidas y verduras trituradas se le atribuyen propiedades desintoxicantes, purificantes y, sobre todo, adelgazantes. ¿De verdad son tan buenos como los pintan? Según Rocío Maraver, no. "Al licuar y triturar las piezas de fruta y verdura (sobre todo al licuarlas, trituradas conservan más sus propiedades), los alimentos pierden toda su fibra, por tanto, su capacidad para saciarnos es mucho menor que si tomamos esos alimentos en su estado original (sin cocinar, licuar o triturar). Lo que se busca con estas bebidas es incorporarlas a media mañana o a modo de merienda, para llegar con menos hambre a comida y la cena. Al carecer de fibra, esos alimentos se digieren mucho más rápido y la sensación de saciedad es mucho menor". Piénsalo de otra manera, ¿acaso podrías comerte en un plato todo lo que lleva uno de esos zumos verdes?

Cenar solo frutas y verduras para perder peso

Tenemos la concepción errónea de que todo lo verde nos hará adelgazar. Sin restar beneficios y propiedades a las frutas, verduras y hortalizas, ingerirlas solas y precisamente a la hora de cenar no es lo más recomendado por los expertos. "Cenar solo fruta o solo verdura por la noche no debería ser algo habitual. Lo recomendable es combinarlas con alimentos ricos en proteínas, bien sean de origen animal (carne, pescado, huevos, lácteos) o vegetal (legumbre, frutos secos, semillas)", nos cuenta la nutricionista. "Tomar fruta y verdura sin acompañarla de otros nutrientes hace que todos los hidratos de carbono que estamos ingiriendo se acaben convirtiendo en grasa. Es importante que no nos olvidemos de otros macronutrientes como las proteínas a la hora de la cena".

Lo importante es no comer entre horas

Más bien todo lo contrario. Esta es una de las concepciones más erróneas establecidas entre la gente que quiere perder peso. ¿Es la solución para perder peso dejar de comer? Definitivamente, no. En primer lugar, porque lo importante no es perder X kilos en un tiempo récord sino estar sanos y mantener unos hábitos de vida saludables; y, para ello, es importante aportar a nuestro organismo todos los nutrientes que necesita. Pero, además, es contraproducente pasar muchas horas sin comer, incluso cuando nuestro objetivo es bajar de peso, porque llegaremos con mucha más hambre a la próxima comida y comeremos más de lo que deberíamos. "En cualquier dieta para perder peso es imprescindible mantener las cinco comidas del día. Lo ideal es ingerir alimentos cada 3 o 4 horas, de forma que mantengamos el metabolismo activo y el hambre a raya. Frutos secos, pavo o jamón cocido, queso fresco o fruta son algunas de las alternativas para saciarnos entre horas", recomienda la nutricionista.

En definitiva, la nutrición es mucho más compleja de lo que pensamos y no debemos basar nuestros hábitos alimenticios en mitos, consejos y rumores. Una vida sana es mucho más que una bebida milagrosa o una cena baja en calorías; consiste en mantener una dieta equilibrada que aporte a nuestro organismo todos los nutrientes que necesita. El resto, es totalmente secundario.