¿Por qué no diseñas tu propio perfume?

La fragancia que llevas anuncia tu llegada, deja un recuerdo de ti, se asocia a momentos vividos a tu lado y habla de tu personalidad. Es básicamente lenguaje y, como en el resto de lenguajes propios, debe ser reflejo fiel de tu personalidad. En ocasiones, es fácil encontrar en la estantería de una perfumería aquel con el que te sientes identificado. Sin embargo, se puede llegar hasta el límite del concepto y buscar un perfume realmente propio, que nadie más que tú lo pueda disfrutar. ¿Cómo? Bien dejándolo en manos de un experto, bien mezclando en tu casa esencias compatibles. Será una alquimia propia; tu firma olfativa.

El Savile row de los perfumes

Jo Malone fue una de las pioneras en este concepto de customizar un aroma mezclando colonias, cremas y perfumes entre si. En sus tiendas y corners de El Corte Inglés puedes construir un perfume porque todas sus fragancias son combinables; juntas dos, incluso tres, en la proporción que más te guste cada una y ¡ya lo tienes! Un perfume único. No creas que éste es el privilegio de las narices más expertas. Lo fácil de esta tienda inglesa es que todas se pueden mezclar, aunque hay unas combinaciones más coherentes que otras. Déjate aconsejar. Siéntate en su Tasting Bar, donde un experto pondrá a prueba tu olfato, frasquito a frasquito, hasta que des con la fragancia con la que te identificas probándola en tu propia piel. Cuando la encuentres, no dejes pasar la oportunidad de ponerla en todas partes: en la bañera, velas, ambientadores, vaporizadores para sábanas...

En España, Mónica Ceño, cazadora de tendencias de belleza incansable, creó su barra de perfumes con este mismo objetivo. Se encuentra en su centro The Lab Room donde, con un poco de su ayuda experta, puedes mezclar a tu gusto sus siete esencias y crear una fragancia hidroalcoholizada, a base de aceites y alcohol. Las siete son compatibles y pueden ir combinándose en mayor o menor concentración en función del momento del día, la estación o el estado de ánimo. Algo más sencilla es la idea que propone Solinotes: combinar de dos en dos sus seis esencias (vainilla, mora, tiaré, flor de naranjo, almizcle y jazmín) hasta llegar a tu propio perfume. Las tienen en Sephora.

En manos expertas

Si prefieres que sea un perfumista quien se ocupe de mezclar, también existe esa posibilidad. Desde las opciones más lujosas ofrecidas por Kilyan y Guerlain (que rondan los 30.000 euros por creación) hasta otras más asequibles. De Madrid y Barcelona escogemos dos opciones maravillosas. La primera, Tramuntana. Su dueña es Claudia de Pablo, una joven mallorquina que decidió emigrar a Nueva York y desde donde, vía email, cumple tu sueño: tener tu propio perfume. Se trata de un nuevo concepto de lujo perfumístico: ella pone la base y tú pones tu impronta. Esta base es unisex y se adapta a cada ph cutáneo. Para saber cómo será el resultado final te hacen un cuestionario en profundidad y una selección de imágenes. Te va mandando pruebas para que, en un par de días, vayas dando tu opinión hasta llegar a la alquimia final. Tu eau de parfum se queda grabado para que puedas encargarlo una y otra vez y jamás se vende a ninguna otra persona. Los aceites esenciales más puros con tu toque personal por 315€ el frasco de 50 ml. ¡Atención! Puedes trasladar tu elección a unas estupendas velas para que toda la casa huela a ti. El mismo servicio, sólo que frente a frente, lo ofrece la nariz Ana Corsini, en su taller de la calle Hermosilla de Madrid. Dándole unas pautas, ella crea tu fragancia. A través de un test de personalidad, Ana obtiene las claves de por dónde empezar. Luego será cuestión de ir testando. El precio de esta creación ronda los 200€ e incluye dos frascos de 50 mililitros. Si la vuelves a encargar, pagas 70 por 100 mililitros.