10 mitos universales de la cosmética

Formulada por la propia Miss Arden en los años 30 para aliviar las rozaduras que las herraduras provocaban a sus adorados caballos. Sus propiedades terapéuticas sobre la piel irritada, áspera o agrietada y las quemaduras provocadas por el viento, los rasguños o las cutículas desiguales la ha convertido en un básico de cualquier neceser.

Tomó su nombre de una cliente que, en cierta ocasión, aplicó la crema en la herida de la rodilla de su hijo; en ocho horas la piel estaba “totalmente recuperada”.

En su fórmula hay una combinación de, entre otros ingredientes, petrolato -que forma una barrera protectora y aporta hidratación-, betahidroxiácido, antiinflamatorio y calmante, y la vitamina E, un antioxidante biológico.

Cada año saca una edición especial con packaging diferente que siempre se agota.

Nació en 1970 y 45 años después sigue siendo líder de ventas. No importa quién la comercialice (hace poco ha pasado a ser propiedad de la empresa Farlabo tras muchos años triunfando bajo el paraguas de Procter and Gamble). Pero ¿cuál es su secreto? Creada por Nicolas Mamounas, se trata de un aroma muy acorde al gusto mediterráneo: hiperfresco con un punto amargo que la hace inconfundible.

Un dato: sólo en 2014 se vendieron 300 unidades al día.

Creado en 1992 por Terry de Gunzburg, hoy día dueña de la firma By Terry, cuando estaba al frente del departamento de maquillaje de Yves Saint Laurent. Cuando salió fue un bombazo, monopolizando el mercado durante diez años. Hoy tiene cientos de imitadores pero sigue siendo único. Es un pincel iluminador del que aún hoy se vende un ejemplar cada 10 segundos (según cálculos de la firma).

Con una gran facilidad de uso, realza los relieves, remodela los rasgos y atenúa los signos de cansancio y las zonas oscuras.

Aunque para muchas es el aroma de nuestra abuela, es un objeto de culto en los tocadores de los mejores backstages de moda. Surgió en 1960, cuando los nuevos peinados buscaban dejar de lado las lociones fijadoras que dejaban el pelo tieso y con un aspecto antinatural. L’Oréal Paris presentó al mercado la laca Elnett Flexible (que conseguía un cabello suave, flexible, hermoso y brillante) y se hizo con él.

Una joven que, a sus 55 años, todavía sigue reinventándose en diferentes versiones para no dejar ni una sola mujer sin ir bien peinada.

Un dato: Hasta la semana 28 de este año, se han vendido en nuestro país 1.534.787 lacas Elnett. Toda la población de la ciudad de Barcelona, por hacernos una idea.

Este año cumple 50 años esta crema que surgió por culpa de (o gracias a) un terrible accidente. En 1965 Max Huber, un físico aerospacial, sufrió la explosión de un experimento rutinario que cubrió su rostro de severas quemaduras químicas. Decidió ayudarse a sí mismo. Doce años y seis mil experimentos después, perfeccionó la crema que le ayudaría a dar a su piel un aspecto increíblemente más terso y uniforme. Sus valiosos ingredientes y el cuidado proceso de fermentación con el que se produce la hacen un producto caro pero eficaz. Tienen mucho valor regenerante e hidratante los minerales extraídos de algas frescas del Océano Pacífico combiandos con otros ingredientes naturales (calcio, magnesio, potasio, hierro, lecitina, Vitaminas C, D, E, y B12 así como extractos cítricos, eucalipto, germen de trigo, alfalfa y girasol).

Para celebrar el 50 aniversario se ha editado una versión en tono ámbar. A la venta a partir de septiembre.

Su aroma inconfundible está en la memoria olfativa de todos nosotros, recuerdo de aquellos veranos de tres meses bajo el sol, cuando los padres no tenían demasiada información de protección solar pero lo sabían todo sobre cómo aliviar las quemaduras.

Este aftersun cumple este año 60 veranos versionado en diferentes formatos que contentan a todas y cada una de las personas que necesitan aliviar su piel tras el baño de sol.

Su efecto calmante inmediato lo hacen el rey de la estantería de los aftersun, donde todavía hoy es número uno en ventas.

Pionero en el formato de tintes para labios y mejillas, fue creado en San Francisco por las hermanas Jean and Jane Ford en plena locura setentera. La idea surgió cuando una bailarina de strip tease entró en su tienda pidiendo algo que pudiera subir un poco la carnación de sus pezones.

Su tono rosa que se adapta a todos los tipos de piel y su facilidad de uso lo han convertido en un básico del que hablan celebrities de medio mundo.